La exportación de vino cayó 23%, por el derrumbe a granel
En 2012, esos envÃÂos habÃÂan trepado 54% y 58%. Como dato alentador, se recuperó la venta de botellas al exterior, gracias a la recuperación de los despachos a Brasil.
La fuerte caída de la venta de vino a granel, que acumuló una baja de 52,2% a mayo, impulsó una disminución general en la exportación de la bebida nacional argentina, que mostró un retroceso de 23,5% en litros en los primeros cinco meses del año, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) difundidos ayer.
Sin embargo, mayo trajo a las bodegas algunos datos alentadores. Volvió a crecer la exportación de vino en botella que había registrado caídas leves, en parte gracias a la recuperación de los despachos a Brasil.
Ese destino había mostrado un derrumbe de 19% en litros a marzo, que se sumó al 17% de baja durante 2012. Pero las mejores ventas en abril y mayo compensaron esas bajas y, en los primeros cinco meses, las ventas a Brasil se redujeron apenas 1,4% en litros y 2,4% en valor, según la consultora Caucasia Wine Thinking.
Así, las botellas argentinas vendidas a todo el mundo acumulan un alza de 1,3% en litros, a 73,8 millones, y un 4,2% en valor, a u$s 306,38 millones.
A fines de 2012, Brasil fijó un mínimo de 25% de presencia de vinos brasileños en las góndolas de supermercados, lo que afectó a la oferta de otros países.
De ser el 3º destino para los vinos argentinos, cayó al 7º en diciembre. Pero la medida es difícil de auditar y cumplir y, de a poco, se volvió a ganar presencia. En mayo, Brasil fue el 3º destino argentino, se notó la recuperación, explicó a El Cronista Guillermo García, presidente del INV, organismo que regula a la vitivinicultura argentina, bajo la órbita del Ministerio de Agricultura de la Nación.
En la mejora general se nota la recuperación a Brasil, destacó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, una de las cámaras del sector. El año pasado las ventas a ese país habían sido afectadas por las licencias no automáticas, pero eso ya se regularizó. Deberíamos estar mejor; por la cercanía y tamaño del mercado, más bodegas pequeñas y medianas tendrían que vender más en Brasil. Pero se ven afectadas por la pérdida de competitividad. Hasta 2008, el tipo de cambio acompañaba en parte a la devaluación. Pero en 2011 y 2012 no lo hizo. Recién este año comienza a verse una cierta equiparación entre tipo de cambio y alza de costos. Nosotros no pedimos devaluación, lo que nos preocupa es la inflación. Pero el ajuste en el tipo de cambio ayuda un poco a que no crezca tanto la pérdida de competitividad, mientras el aumento de costos continúa, comentó Pina.
Con respecto a la fuerte caída registrada en ventas de vino a granel, tanto desde el INV como de Bodegas de Argentina coincidieron en que es impulsada por dos factores. El año pasado, los despachos de vino a granel habían trepado 54% en litros y 58% en valor, en gran parte por la fuerte demanda de moscato de Estados Unidos, que no volvió a repetirse este año.
Además, el resto de vino a granel fue afectado por la inflación; hay otros orígenes más competitivos, como Chile o España, que está vendiendo a precios muy bajos y recibe ayudas de la Unión Europea. Así se complica más competir, aseguró Pina.
Según publicó El cronista, entre enero y mayo, las ventas totales de vino, a granel incluido, suman 113,1 millones de litros (-23,5%) y u$s 345,8 millones FOB (-4,1%).