Márgenes agrÃcolas, los más ajustados de la década
El primer hecho que disparó la preocupación del Gobierno, con respecto a los ajustados márgenes de los cultivos, ha sido el anuncio del fideicomiso para trigo. Con el sistema de devolución de las retenciones de todo el trigo exportado, el Gobierno reconoce que en el paÃÂs hay un aumento considerable de los costos de producción.
El menor ritmo de devaluación del dólar versus el mayor ritmo de inflación, medido en pesos, da como consecuencia un fuerte aumento de los bienes, servicios e insumos producidos localmente, en dólares. En el caso del trigo, en los últimos cinco años los gastos variables o directos aumentaron 93 dólares por hectárea, lo que representa un 59 por ciento; mientras que los gastos fijos o indirectos acusaron un aumento de 29 dólares, 10 por ciento.
Como consecuencia de estos aumentos, rendimiento mínimo requerido en la actual campaña para cubrir todos los costos de producción incluida la cosecha, llega a 3,466 kilos por hectárea, contra 2.340 kilos de cinco años atrás. Este es el principal motivo de la falta de interés de los productores por sembrar trigo.
Luego de dos años con sequía, exceso de lluvias, inundaciones y elevadas temperaturas durante el verano, los productores han tenido que afrontar márgenes negativos, con fuertes pérdidas operativas y en su capital de giro. El aumento en los costos que ha tenido el trigo se exhibe también en maíz y soja. Y en mucha menor magnitud en el cultivo de girasol.
Sin embargo, la tendencia de los precios futuros de la nueva cosecha, en cada uno de los cultivos, es totalmente distinta.
Soja
El precio para la nueva cosecha (mayo 2014) es 298 dólares por tonelada, luego de haber cotizado durante el segundo trimestre del año a 350 dólares y durante agosto pasado por encima de los 400 dólares. Estamos ante un mercado con una consistente tendencia bajista para la próxima campaña. La combinación de mayores costos de producción y baja de los precios produce un significativo aumento en los rindes de indiferencia.
En el caso de la soja el rinde de indiferencia para la próxima campaña 2014 es de 2.059 kilos por hectárea, el valor más alto de la última década, incluso por arriba de los 2.050 kilos previos al momento de la salida de la convertibilidad. Un par de años atrás, en la campaña 2011/12, el rinde de indiferencia de la soja era de 1.715 kilos, pero el precio de la soja en ese momento era de 370 dólares.
Maíz
En el caso del cereal, el rinde de indiferencia para la próxima campaña 2013/14 es de 5.852 kilos por hectárea, muy similar al rinde de indiferencia en cosecha 2012/13 de que fue de 5,758 kilos.
Si consideramos el rinde de indiferencia con el precio del maíz disponible, de 200 dólares por tonelada, el requerimiento llega al segundo mínimo de la década de 4,821 kilos por hectárea.
Sucede que los precios del maíz 2014 muestran una tendencia positiva con respecto a la historia reciente de los últimos cinco años. A diferencia de la soja donde el mercado consolida una clara tendencia bajista para la próxima campaña. Sólo un desastre climático en Estados Unidos, que afecte la producción de soja, podrá revertir la actual tendencia bajista del mercado de la oleaginosa.
El mensaje final es que la próxima campaña agrícola será la más difícil de la década, debido a que la estructura de costos es muy ajustada y los rindes de indiferencia son los más altos en el caso de soja y trigo. No así en el caso del maíz que aparece nuevamente como el cultivo más competitivo y con mejor margen bruto.
Queda como única variable de ajuste el costo de los alquileres agrícolas. El valor de los arrendamientos deberá bajar, en términos de soja, entre un 20 y un 40 por ciento según la zona de producción y la distancia al puerto.
Fuente: La Voz del Interior