La arveja se encuentra en franca expansión
Uno de los temas desarrollado en el simposio de fertilidad estuvo vinculado con las temáticas planteadas por el Ing. Agr. Gabriel Prieto del INTA (Arroyo Seco, Santa Fe) y el Dr. Tom Jensen (IPNI Oeste de Canadá), en cuanto al manejo nutricional de cultivos como arveja, lenteja, garbanzo y colza.
En primer término, el Ing. Agr. Gabriel Prieto analizó el estado de la producción de arveja en Argentina, destacando que existen unas 150 mil hectáreas sembradas, ubicadas en el sudeste de Santa Fe, nordeste de Buenos Aires y parte de la región Pampeana. En este sentido, el profesional del INTA indicó que –a pesar de tener un reducido volumen comparado con la soja- la producción de arveja se encuentra en franca expansión y orientada principalmente a la exportación, con un total de 125 mil toneladas producida.
El especialista también se refirió a los requerimientos nutricionales del cultivo alternativo, haciendo hincapié en el suministro de nitrógeno y fósforo.
“Una correcta inoculación de la semilla con nitrógeno se traduce en un mejor color, hojas más grandes, más biomasa y un mayor rendimiento”, sostuvo Prieto.
Para concluir, destacó el papel que juega el fósforo en el proceso de cultivo de la arveja y dijo: “El fósforo es el nutriente con el que se pueden lograr las mayores respuestas de rendimiento, dadas fundamentalmente por la fijación de un mayor número de vainas por planta”.
Por su parte, el Dr. Tom Jensen (IPNI – Northern Great Plains), especialista en fertilidad de suelos en la región oeste de Canadá, compartió su experiencia respecto del manejo nutricional de colza, arveja, lenteja y garbanzo en las planicies centrales del país del Norte. “En el oeste de Canadá, similar a la Argentina, los suelos son geológicamente jóvenes y el principal cultivo de invierno es el trigo seguido en importancia por colza-canola”, explicó. Luego de esta introducción, el especialista destacó que la aplicación de fertilizantes para colza, arveja, lenteja y garbanzo casi siempre incluye nitrógeno, fósforo, potasio y azufre a la siembra.
“La mayoría de los productores, decide las dosis a aplicar basándose en el rendimiento objetivo y la experiencia local. Un 12% utiliza las recomendaciones de los laboratorios de análisis de suelo. Finalmente, en un 10% de los campos son los asesores agrónomos quienes toman muestras de suelo, las hacen analizar, y formulan las recomendaciones”, profundizó Jensen, mencionando también que –por cuestiones climáticas- “la arveja es nuestra soja en Canadá”
Especificando sus dichos, Jensen agregó que los productores de leguminosas tratan la semilla con productos inoculantes que contienen las especies de rizobios adecuadas. “Si el nitrógeno disponible en el suelo es muy bajo y las condiciones a la siembra son de suelo seco y frío, se puede aplicar una dosis reducida como arrancador”, explicó. Y culminó: “En algunas áreas específicas -deficientes en boro y zinc- se aplican bajas dosis para canola, y para arveja, lenteja y garbanzo”.
Fuente: On24 Agro