Se convirtió en ley el blanqueo de capitales
Con 130 votos a favor y 107 en contra la Cámara de Diputados convirtió anoche en ley el proyecto de blanqueo de divisas impulsado por el Poder ejecutivo.
La nueva norma promueve que las personas o empresas que tengan monda extranjera no declarad, en el país o en el exterior, reingresen al circuito económico legal.
Para ello, el gobierno creará dos instrumentos financieros, entre los que podrán optar, en un plazo de tres meses, los que acepten blanquear sus dólares. Un certificado del Banco Central (Cedin) para realizar operaciones inmobiliarias y de construcción, que se podrá recanjear por dólares una vez concretada la compraventa. Y un bono en dólares (Baade) para financiar inversión pública en infraestructura e hidrocarburos. Aunque no figura en la ley y quedó sujeto a la reglamentación, el oficialismo anticipó que el Baade vencerá en 2016 y tendrá un interés del cuatro por ciento anual.
Durante todo el debate, que comenzó al mediodía y se extendió hasta la medianoche, la oposición cuestionó el proyecto desde tres ángulos: sostuvo que representaba una injusticia, dado que se premia a los evasores en detrimento de los contribuyentes que tienen sus impuestos al día; denunció que intenta garantizar impunidad a empresarios cercanos al Gobierno involucrados en hechos de corrupción, y pronosticó que no cumplirá con el objetivo de atraer dólares suficientes para reactivar el sector inmobiliario y de la construcción.
Las estimaciones del gobierno nacional hablan de 160 mil millones de dólares que se encuentran por fuera del sistema formal (U$S 120 mil millones en el exterior y U$S 40 mil millones en el país) y la expectativa oficial es captar al menos un 2% de ese total, es decir unos 3200 millones de dólares (podrían alcanzar los U$S 4.000 millones, que ingresarían al sector inmobiliario y energético.