Granos: cómo evitar pérdidas al almacenarlos
Temperatura y humedad, dos factores clave en el manejo de la poscosecha y en su conservación. Recomendaciones de los técnicos del INTA Precop frente a una cosecha récord.
La cosecha 2012/2013 de soja y de maíz en la Argentina tendrá “volúmenes récord” debido a los buenos rendimientos esperados –51,3 millones de toneladas para la soja y 25,7 para el maíz–. Así lo aseguró el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación en un informe. Para evitar que un porcentaje significativo de esta producción se pierda, los técnicos del INTA Precop recomiendan controlar la humedad y la temperatura de los granos a conservar.
De acuerdo con Diego de la Torre –especialista en poscosecha del INTA– la clave está en atender a la “temperatura y humedad” de los granos. “Todos los procesos biológicos regulan su velocidad en línea a estos factores”.
En esta línea, consideró “fundamental” mantener la temperatura del granel “lo más baja posible” para retrasar –no detener– el deterioro causado por los hongos, carcomas, gorgojos y demás insectos plaga. “Esto nos da tiempo para secar o acondicionar el grano, antes de que el daño sea mayor e irreversible”.
Para detener el avance de los enemigos de los granos, de la Torre destacó la importancia de mantener una temperatura inferior a los 17°C. “Si bien los insectos no mueren, entran en un letargo en el que no se alimentan ni se reproducen”, aclaró.
La humedad es un factor limitante tanto para asegurar la calidad como para determinar el tiempo de almacenamiento. Será fundamental conocer el porcentaje que contiene cada grano –los parámetros óptimos son 14,5% para maíz, 13% en soja y 15% en sorgo–.
Una vez que el grano se encuentre seco y almacenado, airear o refrigerar los granos servirá para optimizar su calidad, evitar pérdidas y mejorar el guardado. De la Torre aclaró que el grano húmedo debe airearse casi de manera permanente, su manejo con esta tecnología requiere grandes caudales de aire: aireación reforzada de 0,1 metros cúbicos por minuto y por tonelada.
“La aireación es primordial para bajar la temperatura de los granos –inferior a los 17°C– y uniformizarla para evitar migración y condensación de humedad”, aclaró. Para conocer el sistema de ventilación acorde las diferentes estructuras de almacenamiento, tipos de granos y condiciones de almacenamiento, De la Torre recomendó acceder a la aplicación online desarrollada por el INTA –el AireAr–.
Una vez enfriado el grano, el especialista recomendó “sellar las bocas de los ventiladores para evitar la circulación de aire por convección y la entrada de insectos”. La baja conductividad térmica del grano permitirá mantener la masa de grano fría durante un tiempo prolongado aun cuando la temperatura ambiental exterior aumente.