Se inició la comercialización de soja de la campaña 2012/13
Sin presencia de funcionarios nacionales, se realizó en la Bolsa de Comercio de Rosario el remate del primer lote de soja de la campaña 2012/2013.
Con este acto, los empresarios cerealeros celebran el inicio simbólico de un nuevo período de comercialización de la oleaginosa. Y el Estado central, el comienzo de la temporada fuerte de liquidación de agrodólares, nunca más esperada que este año, tras un 2012 de escasez de divisas.
Las últimas estimaciones del servicio de seguimiento de cultivos de la Bolsa de Rosario pronostican una producción de 48 millones de toneladas. El presidente de la entidad, Cristián Amuchástegui, recordó ayer durante el discurso central del acto, los vaivenes de una campaña que arrancó con los excesos hídricos de primavera y atravesó los meses críticos de verano bajo una intensa sequía.
"A pesar de estas complicaciones, y sin descuidar que hay zonas que están muy comprometidas por los efectos climáticos, llegaremos a un tonelaje satisfactorio", señaló Amuchástegui. El resultado de esta campaña de granos gruesos tiene un alto impacto macroeconómico. Llega tras un ciclo de sequía que redujo la producción y las exportaciones, y obligó al gobierno a restringir la compra de dólares para atesoramiento.
El ingreso de la cosecha no es acompañado por los mejores precios, que producto de la recuperación de los stocks mundiales bajaron a niveles mínimos luego de los récords registrados en agosto y septiembre pasados. El presidente de la Bolsa admitió que "se vienen buenas cosechas" en el hemisferio norte, lo cual aleja por ahora a las cotizaciones de sus máximos, "sin que dejen de ser buenas".
Distintos cálculos públicos y privados estiman que las exportaciones de los principales granos dejarían un valor del orden de los 25 mil millones de dólares, de los cuales 9 mil millones ingresarían como retenciones a la exportación. Una cifra nada despreciable para el Tesoro y el Banco Central, que además fluiría sin necesidad de grandes presiones. Es que, como señaló el titular de la Bolsa, "el productor tiene compromisos muy fuertes que asumir en lo inmediato para pagar alquileres, deuda por insumos y gastos de cosecha".
El moderado optimismo se transporta a la siembra de trigo, la primera etapa de la próxima campaña. El cereal, menos influyente en el mercado de divisas que en las proyecciones inflacionarias, viene de una de las peores cosechas de la historia. Por el clima y por los descuentos que exportadores y molinos les hacen en los precios, amparados por la intervención del gobierno. Amuchástegui saludó la decisión estatal de liberar anticipadamente este año la exportación de 5 millones de toneladas de ese grano. Y se mostró confiado en que "muchos productores volverán" a ese cultivo, tras experimentar con cebada y legumbres.
El secretario de Comercio Exterior, Guillermo Moreno, se reunió el miércoles con los grandes agroexportadores para monitorear la liquidación de divisas y ordenarles que den incentivos a los productores para que siembren trigo.
En esa mesa chica se define hoy por hoy la política agropecuaria. Y esa sería una de las razones de la ausencia en de funcionarios del Ministerio de Agricultura en el acto de la Bolsa de Comercio, un ámbito en el que todavía actúan muchos corredores y empresarios que pertenecen a la "clase media" del agronegocio".
Si bien la relación entre la administración kirchnerista y el campo se complicó tras el conflicto de la 125, la Bolsa ató una relación de diálogo con la cartera agropecuaria. Que se coronó con la visita de la presidenta a la entidad. Con delegaciones de mayor o menor rango, siempre hubo alguien del ministerio en el remate.
Hasta el miércoles a la tardecita estaba asegurada la presencia del secretario de Agricultura, Lorenzo Bassó. Luego se excusó por problemas de agenda. El análisis en los pasillos era político. La morenización de la política agropecuaria, que se orienta la negociación directa con los grandes traders, y el endurecimiento del clima político con la convocatoria de la mesa de enlace a sumarse a las protestas del 18 de abril, habrían contribuido a la decisión de los funcionarios nacionales de faltar a un evento que les supo quedar cómodo. La presentación del rally Dakkar en Buenos Aires hizo el resto. Se llevó al gobernador Antonio Bonfatti y a la intendenta Mónica Fein.
Acto de repudio
Organizaciones sociales realizaron ayer una radio abierta frente a la Bolsa de Comercio. La convocatoria (a la que adhirieron El grito de la Tierra de Barrio Malvinas, Semillas de Rebelión, Conciencia Solidaria, Llamamiento por la Unidad y Marea Popular) fue para repudiar "este acto simbólico que representa la profundización del modelo de explotación", señalaron.
Fuente: La Capital de Rosario