Piden que se extienda la apertura de las importaciones
Desde diciembre se flexibilizaron los controles para los supermercados
Los grandes importadores destacaron que la decisión del Gobierno de liberar el ingreso desde el exterior de alimentos y bebidas por parte de los supermercados es un paso positivo, pero a la vez reclamaron que la apertura "no sólo se quede" en ese rubro y se extienda a otros sectores.
Si bien no hubo una normativa al respecto, desde fines del año pasado la Secretaría de Comercio Interior decidió flexibilizar sus controles y permitir un mayor flujo de importaciones por parte de las grandes cadenas de supermercados. La medida, igualmente, sólo rige para las empresas del rubro que puedan ofrecer un saldo positivo en materia de comercio exterior -es decir, sólo se aplica para las cadenas más grandes que canalizan un volumen importante de exportaciones de alimentos- y está restringida a los rubros en los que no existe producción local. Con esta lógica, desde diciembre pasado se normalizó el ingreso de algunos productos premium, como quesos, pastas, galletitas, aderezos, conservas y bebidas alcohólicas.
"Lo que nosotros estamos esperando es que esto no sólo se quede en estos productos premium, sino que sea una dirección correcta como la que se inició cuando se levantaron las licencias no automáticas", advirtió el gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores (CIRA), Miguel Ponce. "Para evitar estas distorsiones es necesario separar en el análisis el peso que tiene cada sector en el déficit de la balanza. En el caso de los productos importados y bienes de consumo, no llegamos al 12 por ciento", agregó el dirigente empresarial.
En la misma línea, un informe del Banco Ciudad advirtió sobre las limitaciones que ofrece la política de combatir la inflación a través de la apertura de algunas importaciones. "En una economía en la que faltan dólares y sobran pesos, reprimir la inflación abriendo las importaciones es un remedio de corto plazo que termina achicando el balance comercial. Es el dilema de la frazada corta: si se usan los dólares comerciales para aumentar las importaciones y bajar la inflación, la caída de reservas para pagar deuda será mayor y el respaldo de los pesos circulantes, mucho menor", señaló el Banco Ciudad.
La flexibilización de las importaciones implica un respaldo para los supermercados en momentos en que las cadenas ingresaron en el tercer mes de congelamiento en sus precios. Y, de hecho, los productos importados ofrecen la ventaja de que a diferencia de los de fabricación nacional tienen precios muchos más estables, sin que sea necesario una intervención oficial para evitar los constantes aumentos de precios que intentan colar los proveedores locales.
SUBAS CONSTANTES
A nivel local, en cambio, las organizaciones de defensa del consumidor denunciaron que en el último mes se registraron algunas subas. De hecho, de acuerdo con el relevamiento realizado por el ex diputado Héctor Polino, la canasta básica registró un incremento del 0,84% en marzo y desde el 1° de febrero -fecha de inicio del congelamiento de precios- la suba acumulada alcanza al 1,36 por ciento.
Según la medición de Polino, en marzo los aumentos fueron liderados por algunos alimentos frescos, como la cebolla y la carne vacuna, que históricamente registran mayores vaivenes en sus precios al público debido a factores climáticos y estacionales. Sin embargo, el relevamiento también dio cuenta de importantes subas en algunos productos envasados, como el arroz fino, harina, té en saquitos, polenta y yerba mate.
Para hacer su medición, Polino trabaja tanto con las grandes cadenas de supermercados -que son las que adhirieron al congelamiento de precios oficial- como algunos negocios barriales de La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya.
Fuente: La Nacion