Nuevos requisitos para establecimientos avícolas
Entre otros, la norma establece nuevas condiciones para la ubicación geográfica de las producciones comerciales de aves y requisitos para la ampliación de granjas ya instaladas.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó su Resolución N° 106/2013, que establece nuevos requisitos para el registro y la habilitación sanitaria de establecimientos avícolas, que se incorporan a la Resolución Senasa N° 542/2010, con el fin de adecuar la normativa en función del crecimiento del sector avícola.
La nueva norma, vigente a partir de su publicación en el Boletín Oficial el 19 de marzo pasado, establece nuevas condiciones para la ubicación geográfica de las producciones avícolas comerciales (granjas, plantas de faena de aves, ovoproductos y subproductos avícolas) y requisitos para la ampliación de granjas ya instaladas.
Asimismo, se incorpora el concepto de “complejos productivos”, a fin de facilitar la instalación y el funcionamiento de un grupo de granjas de producción o reproducción a distancias menores a las establecidas en la normativa vigente, siempre y cuando se cumplan determinados aspectos relacionados con la propiedad y el manejo sanitario.
Por último, establece el descanso obligatorio de diez días entre lotes para las granjas de engorde de pollos parrilleros. Además, determina la obligatoriedad de documentar los métodos de disposición de los residuos generados por los establecimientos avícolas, tales como la cama de galpón, la mortandad diaria, el guano de gallina, los residuos de planta de incubación, entre otros, que signifiquen una potencial contaminación al medio ambiente.
El sostenido crecimiento de la producción avícola de los últimos años, así como la creciente demanda de espacios adecuados para la instalación de predios avícolas, permitió identificar la necesidad de actualizar y mejorar las especificaciones técnicas y de aplicación de la norma en granjas avícolas, flexibilizar algunos aspectos y requerir mayor rigurosidad en otros, en función de la adopción de medidas de higiene, bioseguridad y protección del ambiente.
Fuente: Prensa Senasa