Etapa de definición
Los rendimientos se están definiendo en estas horas y la presencia o ausencia de precipitaciones determinará el tamaño final de esta complicada campaña.
La que presentó inicialmente exceso de humedad para la implantación de los cultivos en regiones críticas, prosiguiendo con una marcada escasez de lluvias y clima caluroso durante enero y lo que va de este mes.
El escenario actual dista de las ideas iniciales de este ciclo, en el que se pensaban implantar una superficie cercana a los 20 millones de hectáreas, capaces de generar una cosecha superior a los 55 millones de toneladas.
En su último informe, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyectó para Argentina una campaña de 53 millones de toneladas, estimación de las más altas escuchadas hoy en el mercado, que actualmente especula con una producción cercana a los 50 millones de toneladas. En esta línea se ubica la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la consultora del doctor M. Cordonnier, de Illinois, y varios analistas locales e internacionales.
Los pronósticos regionales de largo plazo consignan que continuaría el clima caluroso y seco en nuestro país, en tanto que las lluvias resultarían superiores a lo normal en el centro y el nordeste de Brasil.
En relación con el cultivo de maíz, la Bolsa de Cereales reveló su primera estimación oficial de esta campaña 2013/14, con una proyección de 25 millones de toneladas, comparado con los 27 millones de toneladas proyectados por el USDA en su último informe, y bien por encima de la magra campaña del ciclo anterior -de 21,5 millones de toneladas- afectada por la sequía.
Aunque las cotizaciones de Chicago no hayan tenido un comportamiento acorde con la realidad climática de nuestro país, acusando bajas en las últimas semanas, es improbable que esta tendencia pueda continuar por mucho tiempo más. El consumo de granos sigue creciendo sostenidamente y las recientes proyecciones del USDA sobre el uso en Estados Unidos, tanto de maíz como de soja, lucen un poco bajas. El consumo doméstico de maíz en Estados Unidos podrá exceder las proyecciones del USDA, en tanto que las disponibilidades totales de soja serán prácticamente utilizadas hacia el final de este año. Para que esta baja de las cotizaciones se consolide y profundice se requerirá del convencimiento general de que Estados Unidos obtendrá una buena cosecha en el próximo ciclo 2013/14.
Las proyecciones a diez años, reveladas recientemente por el USDA, consignaron la primera estimación preliminar de lo que será la siembra de los cultivos de verano en Estados Unidos. En este sentido, y a pesar de que estas cifras sufrirán necesarias modificaciones con el correr de las próximas semanas, se espera que en este país se implantarán 38,85 millones de hectáreas con maíz y 30,8 millones de hectáreas con soja en el próximo ciclo 2013/14.
Los rendimientos esperados para el maíz se ubican en los 10.260 kilos por hectárea, en tanto que los de la oleaginosa alcanzarían los 2986 kilos por hectárea, asumiendo rendimientos normales luego de la fuerte sequía de la campaña anterior.
Otro factor a considerar es la próxima siembra de algodón en Estados Unidos, por el impacto final que esta conducta pueda marcar en la intención de siembra de granos gruesos de la próxima temporada. El Consejo Nacional del Algodón de ese país pronosticó recientemente que los productores norteamericanos implantarán en esta temporada solamente 3,7 millones de hectáreas con este cultivo, lo que representa un 27% menos que el año anterior.
Estos datos propios surgen de una encuesta realizada entre mediados de diciembre de 2012 y enero de este año. Las cotizaciones han experimentado una mejora del 9% desde aquel entonces, lo que a algunos hace presumir que la caída en el área de siembra no debería resultar tan abrupta.
Desde el informe semanal de commodities del Deutsche Bank se confirma la tendencia negativa que ha experimentado el mercado de granos en lo que va del año.
Ámbito Financiero