Acá están los dólares
El maÃÂz puede generar los dólares que el gobierno busca pero para eso es necesario terminar con el subsidio al cereal para los avÃÂcolas.
La clave esta en el saldo exportable remanente que permanece congelado. Las autoridades de la Afip lanzaron una cruzada para averiguar dónde están los últimos puchitos de soja 2012/13. Pero la fuente más urgente para hacerse de divisas es el maíz.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, autorizó –a través de la Ucesci– apenas un cupo exportable de maíz 2012/13 de casi 11,50 millones de toneladas.
Sin embargo, el saldo exportable de maíz de esta campaña será seguramente de al menos 16 millones de toneladas (de hecho el USDA, quizás demasiado optimista, prevé un saldo de 19 millones de toneladas).
Entonces: quedan por lo menos 4,5 millones de toneladas del cereal más por exportar, las cuales, en el actual contexto de angurria de divisas, podrían aportar más de 1200 millones de dólares (que en parte se cobrarían por adelantado gracias a la magia de los ROE 365).
Pregunta: si la necesidad de generar divisas es tan apremiante, ¿por qué está virtualmente congelada la emisión de nuevos permisos de exportación de maíz? Respuesta: porque el gobierno quiere asegurar maíz barato para la industria avícola (maíz barato que es financiado por los productores).
Algunos años atrás eso se consideraba necesario para asegurar la mesa de los argentinos. Pero ese relato ya no suena muy verosímil en la actualidad (especialmente teniendo en cuenta que el precio interno de la suprema de pollo es muchísimo más caro que el de un bife de cuadril, algo insólito al comparar el ciclo biológico de una gallina con el de un novillo).
La medida seria lógica en términos monetarios si las ventas externas de la industria avícola fuesen siderales (el famoso “valor agregado”). Pero si sumamos todas las exportaciones de carne y subproductos aviares declaradas en 2012 (posiciones arancelarias 0207.11, 0207.12, 0207.13 y 0207.14) vemos que aportaron 535 millones de dólares (FOB). Es decir: no son competencia seria para el maíz.
Resumiendo. El lobby emprendido en los últimos años por la industria avícola –instrumentado a través de Cepa– ha sido formidable (hasta se merecería tener una cátedra en las principales facultades de Relaciones Públicas). Pero la política del maíz subsidiado ahora está colisionando con variables clave del modelo económico kirchnerista.
Por tales motivos, más que requisitorias urgentes a los productores sojeros, había que solicitar pedidos de informe a los industriales avícolas brasileños, chilenos y uruguayos para preguntarles cómo hacen para ser eficientes sin maíz subsidiado.