El bienestar, también en el transporte de caballos
Es necesario implementar controles antes de los viajes (hemograma y orina). Además de cumplir con el plan sanitario obligatorio, es conveniente un descanso previo a las competencias.
Minimizar los riesgos. No debe perderse de vista el cumplimiento de planes sanitarios.
La actividad hípica en la actualidad implica que los equinos tengan que ser transportados frecuentemente, tanto por vía terrestre, como aérea y marítima.
En este sentido, el transporte de caballos puede ser un factor de distress, pudiendo producir trastornos del comportamiento, de la salud y el rendimiento. Es por ello que la implementación de buenas prácticas de manejo en estos momentos debería minimizar el distress y mantener el estado de bienestar.
Es posible definir el bienestar como la manera en que los individuos se encuentran en la forma más armónica posible con el medio ambiente; lo que incluye la salud, sus percepciones, su estado anímico y otros efectos positivos o negativos que influyen sobre los mecanismos físicos y “psíquicos” del animal (Comisión Europea, 2004, OIE, Organización Mundial de de Sanidad Animal).
Asimismo, vale mencionar que mientras el estrés puede definirse como un comportamiento de adaptación a una situación nueva ó problemática, la falla a esa adaptación es denominada distress.
Más allá de esto, es importante conocer que la especie equina es neofóbica; es decir, que puede tener miedo a lo desconocido (el transporte puede ser una causa de esto, también).
Por ello, cuando se transporta a un animal por primera vez, es necesario un período de acostumbramiento previo, para minimizar el distress. Además, se trata de animales con muy buena memoria, por lo que recuerdan tanto las buenas como las malas experiencias.
Los trastornos respiratorios, dolores abdominales y los traumatismos son de presentación frecuente en condiciones de manejo inapropiado de los animales tanto antes, como durante y después del transporte. Por esto, las condiciones del medio de transporte, el buen o mal manejo del conductor, el acondicionamiento previo de los animales y el correcto manejo durante el embarque son pautas fundamentales para minimizar el riesgo de trastornos.
Precauciones
Durante el transporte de larga distancia es importante tener en cuenta el espacio disponible para cada individuo (densidad de carga) y permitir el descenso de los animales cada 6 a 8 horas, para suministrar agua y alimento.
El acostumbramiento progresivo de los equinos al transporte y la capacitación del personal encargado de la carga y la conducción son condiciones necesarias para lograr las mejores condiciones en el transporte de los mismos.
Asimismo, es necesario implementar el control sanitario de los animales previo al viaje (hemograma y orina), además del plan sanitario obligatorio. A la llegada a destino, es conveniente un descanso de 2 a 3 días previo a la competencia para lograr una mejor adaptación y un mayor desempeño de los animales.
El distress en el transporte puede producir diminución de las defensas del animal, lo que puede predisponer a distintas enfermedades (fiebre del transporte, neumonías, etc), por lo que en algunos casos es conveniente suministrar elevadores de las defensas, sobre todo en viajes largos, al menos 15 días antes del viaje.
JUAN LUIS CATELLI
Médico veterinario
Profesor de la Licenciatura en Administración Agropecuaria de UADE.
Fuente: MOTIVAR