Destacaron la calidad del espectáculo de jineteada
Las 25 mejores tropillas del paÃs están presentes en la 42° edición del Festival Nacional de Jineteada y Folclore, con 400 montas.
Las 25 mejores tropillas del país están presentes en la 42° edición del Festival Nacional de Jineteada y Folclore, con 400 montas. Fabio Balbi, dueño de La Endiablada, habló del oficio del tropillero y de la jineteada en Diamante. Los payadores expresaron sus sentimientos en relación a la fiesta diamantina y resaltaron el nivel de las montas.
El victoriense Fabio Balbi es dueño de La Endiablada, una tropilla que desde hace 15 años participa del Festival Nacional de Jineteada y Folclore.
Contó que el trabajo del tropillero consiste en comprar y preparar caballos para jineteada, “buscamos y trabajamos con los animales para presentarlos en festivales, para que corcoveen y los jinetes puedan brindar un buen espectáculo”, señaló.
Balbi explicó que a medida que la tropilla adquiere jerarquía y va logrando reservados de renombre, el tropillero puede participar de festivales de nivel e importancia como el de Diamante.
La endiablada tiene alrededor de 65 caballos para monta, “pero hay potros que se están preparando, y lleva un par de años hasta que pueden empezar a participar en festivales grandes”, aclaró.
“Primero los empezamos a hacer en festivales más chicos, y no todos los caballos tienen condiciones para ser reservado”, comentó.
En este sentido, explicó que los caballos que sirven para una tropilla por lo general son animales que han tratado de amansar en cualquier tipo de deporte o en el campo, “después de que la gente trató de amansarlo nosotros los vamos adquiriendo para presentarlos en campos de jineteada”, dijo.
Este año el festival de Diamante presenta a 25 tropillas y, según Balbi aún es muy difícil saber cuál será la mejor. “El año pasado estuvo muy parejo, hubo poca diferencia en el puntaje de las 6 o 7 primeras tropillas. Y en esta edición, la primera noche hubo muy buen nivel de jineteada y creo que hasta el último día no se va a saber cuál es la mejor de todas. La comisión recorre el país eligiendo tropillas y de cada una los mejores reservados, y esa es la diferencia que tiene Diamante con el resto de los festivales”, sostuvo.
Además, comentó que como un premio para los espectadores, este año se han implementado broches de oro en distintas categorías todas las noches. “Se eligen los ocho mejores caballos de cada tropilla, y le dan la posibilidad al tropillero de llevar el montador acorde a la monta. Es un regalo que la comisión organizadora hace a la gente porque el tropillero pone al mejor caballo y elige al montador que lo hace andar mejor, para dar un buen espectáculo”, destacó.
En los genes
Ana María Concepción es hija del payador oriental, Uberfil Concepción y floreadora en los festivales. De pilchas gauchas, rastra, faja, cinto y cuchillo, y con apenas 19 años, Anita forma parte de este mundo folclórico y trabaja en radios informando los resultados de cada noche de la jineteada.
Desde los cinco años sube los escenarios con la improvisación gauchesca. “Creo que mi padre me payaba desde que estaba en la panza de mi madre, a eso debo mi amor por nuestras tradiciones y mi capacidad de floreo. Creo que este oficio no se aprende, se nace con él”, consideró.
En relación al festival de Diamante, opinó que aquí la fiesta es extraordinaria. “Aquí verdaderamente están las mejores tropillas del país y los jinetes más valientes, hay más tribunas y están todas completas. Es impresionante, aquí se siente la Patria”, expresó.
Como en casa
Hace 15 años que Uberfil Concepción está en el mangrullo de Diamante, “no sé si soy el más antiguo pero si el más viejo de los payadores”, comentó sonriendo.
El payador uruguayo asegura que “no hay otra yunta que trabaje como nosotros”, haciendo referencia al dúo que compone con el Tape Chaná. “El entendimiento que tenemos en los floreos y la pujanza que ponemos para que la gente pase un lindo rato y se divierta nos motiva para seguir trabajando juntos”, añadió.
Concepción destacó: “La jineteada de Diamante es una maravilla, es como un espejo para la vida nuestra. Yo recorro muchos países y festivales, y el de aquí no se compara con ninguno”.
En este sentido comentó: “Se genera una relación linda con la gente, que en los intervalos pasan para saludarnos, abrazarnos, y nos invitan a compartir un mate”.
Ser parte
En igual sentido, el Chano Izaguirre, expresó su alegría de volver, y dijo: “Es una de las metas que uno tiene en la vida, porque si bien a lo largo del año estamos en las fiestas del interior del país, uno se prepara para venir a Diamante”.
Además manifestó: “Estoy emocionado porque entre tantos amigos y colegas me eligen a mí”.
El payador recordó que hace 5 años que está en el mangrullo, “pero vengo a la jineteada de Diamante desde que tengo 8 años”, reconoció. Y agregó: “Pueden imaginarse las emociones que hemos vividos a lo largo de estos años. Estoy contento de formar parte de los relatos de la jineteada”.