“Yo animo, no relato”
Expresó El Pampa Cruz en un cálido dialogo con Momento de Campo donde comentó acerca de su regreso al Festival de Diamante después de doce años de su ausencia.
¿Qué significa volver al Festival de Diamante después de 12 años?
Para los que vivimos de animar espectáculos es muy fuerte. En mi caso, todavía estoy maneado, todavía no me solté, quizás mañana me suelte más. Estoy muy feliz, pero me tengo que acomodar a los tiempos que corren, a cosas que ya están pactadas, todavía no estoy conforme conmigo, estoy mañeado, pero estoy muy contento de estar aquí, no tengo palabras…
¿En cierta forma te sentís censurado?
No me siento censurado, estoy maneado. Debo estar maneado por los tiempos y algunas confusiones. Yo animo, no relato. El animador encierra todo. No puedo estar ahí arriba cuando veo a ustedes, los jóvenes, que no participan, quiero que sea todo integrado. Si tengo que hacer alguna monada o imitando a Jorge Rojas, lo hago, con tal que vos no estés aburrida, porque el paisano está en su salsa, pero ustedes solo están ahí.
¿Cómo vivió las primeras horas? ¿Muchos reencuentros?
Hoy es especial, porque hoy hubiese cumplido años mi madre y la última vez que estuve aquí vivía ella, también vivía mi guitarrista el “Pelado”. Hoy vuelvo a Diamante y no tengo ni a mi madre ni al Pelado, incluso no tengo a mi hermano trabajando conmigo. Son muchas emociones juntas. Ojalá que vean todos al Pampa Cruz que está dispuesto a animar.
¿Por qué Diamante es la reina de las jineteadas?
Diamante es la mejor de todas, no hay otra que se le iguale. Van cambiando las cosas pero tiene que ser la reina porque no hay otra igual. Las tribunas siempre tienen que estar llenas. Antiguamente la entrada no costaba como ahora, un matrimonio que viene las cinco noches son mil pesos y es mucho. Tenemos que encontrarle la vuelta y sé que la irán a encontrar, hay gente muy trabajadora. Diamante es único.
Hace algunos años Usted realizo una cruzada federal a caballos, una especie de peregrinación con la Virgen…
Si, fue el último año que vine a este Festival. Una cruzada de 1.350 km a caballo desde Necochea a Diamante, con 46 paradas y 46 recitales. El objetivo fue el blanqueo de los trabajadores rurales y la termine aquí, creo que tuvo tan buen efecto que no vine más a Diamante por doce años.