¿Habrá tanta soja como se dice?
El mundo comercial aguarda la cosecha de América del Sur como quien aguarda un salvavidas, luego de nadar exhaustivamente sin orilla a la vista.
¿Será realmente un salvavidas? Y en tal caso, ¿Sudamérica tendrá la fuerza necesaria para aplacar el ímpetu de precios?
Día a día, aparecen de la mano de la inestabilidad climática amenazas que ponen en duda la posibilidad de un aporte tan grande como se viene hablando.
En Brasil, el grado de avance sobre la superficie destinada a siembra de soja se halla por encima de la media. Pero cuidado que, por las lluvias, está claramente por debajo del ritmo del año pasado
Con poco más de un 10% del área cubierta no se puede afirmar que el avance sea un éxito.
Pero donde la preocupación debería centrarse, hoy por hoy, es en nuestro país.
El cuello de botella de la región podría llegar a darse en la Argentina.
El comienzo “normal” de la siembra no se ha dado por el exceso de agua que registra octubre.
Y si bien la falta de piso era el problema hasta el Día de la Madre, a partir de allí éste, aparecieron otros factores como granizo e inundación que agravó el cuadro.
Ha pasado a tomar un color muy preocupante pues las demoras implican pérdida de productividad en la siembra de primera, fundamentalmente en la zona núcleo.
Y es justamente esta zona una de las grandes castigadas por las violentas lluvias de principio de esta semana.
No sólo se ha inundado buena parte del área de siembra, sino también se han perjudicado otros cultivos como el maíz, el trigo, la arbeja, la cebada, etc. por la acción devastadora de la piedra.
Las lluvias retrasaron las siembras de maíz también. Podría quedar, todavía, un 10% del área planeada sin cubrir. Para la superficie que resta la fecha de siembra es tardía, por lo que se estaría evaluando reemplazarlo con soja. En tal caso, habría un aumento en la superficie de la soja. Pero ello, no sería suficiente para compensar la probable baja en la producción de soja por efecto del clima.
Los caminos rurales se han convertido en un espacio de dificultades, y así se agrava más aún la cuestión logística.
Las inundaciones cubren también el centro oeste de la provincia de Buenos Aires y también afectan, aunque en menor medida, el sudeste de Córdoba.
En su análisis de oferta y demanda, la Secretaría de Agricultura de EE. UU. Ha estimado una producción de soja de 55 millones de toneladas, en una superficie de poco más 19 millones de hectáreas.
Este volumen permitiría un incremento en nuestras exportaciones pues gran parte de la cosecha se destina -en forma directa o industrializada- al exterior. En tal sentido calcula que las exportaciones de granos llegarían a 12 millones, de harinas a 29,76 millones y de aceite de soja 4,07 millones de toneladas. Y 2,72 millones de aceite se destinarían a la producción de biodiesel, de los cuales 1,72 millones, se venden en el extranjero.
De confirmarse tales números, la BCR estima que alrededor de 26 mil millones de dólares ingresarían al país por el complejo sojero. Y en concepto de derechos de exportación, solo por este complejo, el Estado recibiría 8.300 millones de dólares.
Cabe preguntarse si así serán las cosas.
Desde aquí comenzamos a contemplar un escenario diferente, con una producción de soja inferior a 50 millones de toneladas.
Porque los pronósticos continúan siendo preocupantes.
Agrostio