La presencia será cada vez mayor esta primavera
Mientras las lluvias complican las tareas de fumigación, la humedad y el calor favorecen la reproducción del insecto. El clima inestable en la región se prolongará hasta el mes de diciembre.
Los pronósticos indican una primavera en la que las lluvias serán una constante. Esto sin dudas repercutirá en la proliferación de mosquitos, cuya presencia se incrementa notablemente tras las intensas precipitaciones. En este marco, las tareas de fumigación se dificultan, ya que la lluvia lava el producto que se aplica en el ambiente para repeler a este tipo de insectos, y por otro lado se favorece su ciclo vital.
El doctor en Biología Adrián Díaz, explicó a UNO que “el mosquito tiene ciclo de vida que ocurre en dos ambientes: uno acuático en el que el mosquito entra y deposita sus huevos, una larva que se alimenta de materia orgánica que está en el agua y esa larva se convierte en lo que se denomina pupa, que es lo que vemos como una coma. Después de esa pupa se empieza a generar un proceso de metamorfosis que da lugar al adulto, estado que vuela y donde hay dos partes, la de los machos que se alimentan de jugos de plantas, y las hembras, que además de jugos de plantas, para poder poner los huevos se alimentan de sangre porque necesitan proteínas. Además, son los que efectivamente pican. “Existen muchas especies de mosquitos, pero se destacan en nuestra zona dos grandes grupos: el aedes aegypti, que puede trasmitir el dengue y la fiebre amarilla si está infectado; y el cúlex, que es el que aparece por las noches y también puede trasmitir otro tipo de enfermedades, según la región”.
Al aedes aegypti se lo denomina un mosquito de inundación, aunque no pone los huevos en el agua, sino en un lugar cercano. “Esto es importante destacarlo, porque cuando se realizan las tareas de descacharrización muchas veces se vuelca el agua, pero los huevos quedan adheridos por ejemplo a la superficie de los floreros, y como son huevos de resistencia que pueden sobrevivir hasta un año, cuando se vuelve a colocar agua las larvas nacen sin problemas”, dijo.
El biólogo contó además que “otra cosa que hay que tener en cuenta es que el aumento de la temperatura aumenta los ciclos de vida del mosquito. Es decir, que en lugar de reproducirse cada dos semanas, lo pueden hacer cada 10 días, por eso también se da que hay mayor población cuando hace más calor. Y en los días pesados, cuando hay presión baja, el mosquito incrementa su actividad, está como más histérico; en cambio, cuando mejora la presión atmosférica se tranquiliza”.
Otro de los aspectos que resaltó es que “hay personas por las que los mosquitos sienten mayor atracción, y esto se debe a señales químicas que liberamos, por eso el mosquito nos encuentra aun en la oscuridad. Huele sobre todo el dióxido de carbono que emanamos a través de la respiración. También en la piel tenemos glándulas sebáceas y a través de esa grasa protectora se libera un olor que en algunas personas es más evidente”. En este sentido afirmó que “generalmente el aedes aegypti pica de los tobillos para abajo porque el olor de los pies, que a los humanos nos desagrada y que es producido por hongos o microorganismos naturales que están en esa zona del cuerpo, a estos mosquitos les fascina”, dijo por último.
Ciclos biológicos y circunstancias favorables
El aumento de la temperatura aumenta los ciclos de vida del mosquito: en lugar de reproducirse cada dos semanas, lo pueden hacer cada 10 días.
Hay personas por las que los mosquitos sienten mayor atracción. Se debe a señales químicas que liberamos, planteó un especialista.
Al realizar una actividad al aire libre, hay que tener en cuenta que cuando baja la temperatura aparecen los mosquitos. A la tardecita se detecta una mayor presencia.
El municipio intensifica las tareas de fumigación en Paraná
Tras las lluvias , desde el municipio se intensifican las tareas de fumigación para evitar la proliferación de los mosquitos.
Con la notable mejora en las condiciones del clima ayer se fumigó de manera terrestre en la Costanera, los barrios Puerto Nuevo, Bajada Grande, Thompson, Villa Almendral, El Morro y zona del ex-Hipódromo, y hoy se continuarán los trabajos en Alloatti, Mosconi, Volcadero y parte del San Agustín y la Unidad Municipal IV, según informó el secretario de Medio Ambiente del gobierno municipal, Leonardo Centurión.
“La campaña anual de fumigación comenzó el 3 de setiembre y se extenderá hasta el 6 de marzo”, recordó el funcionario, ala vez que indicó: “Los operativos son un aporte a la solución del problema, pero la tarea fundamental es eliminar los criaderos y en esto es importante la colaboración de todos los vecinos, manteniendo los patios limpios, los terrenos libres de malezas, y tapando, volcando o eliminando todos los recipientes que puedan juntar agua”.
Las fumigaciones se realizan por operarios de la Subdirección de Saneamiento de la Secretaría de Medio Ambiente con mochilas a motor y con la máquina transportable ULB, generalmente montada en una camioneta.
Según se informó oficialmente, los equipos se utilizan según el área y dimensiones a tratar. Si son espacios grandes y amplios se usa la máquina ULB, de lo contrario se interviene con mochilas.
“La fumigación aérea se descartó porque es muy costosa, no sirve y además está prohibida”, dijo a modo de conclusión.
Aconsejan prevenir también desde el hogar
EL doctor en Biología Adrián Díaz, quien es oriundo de Viale pero actualmente trabaja en la Facultad de Medicina de Córdoba, señaló a UNO que “siempre se llama a procurar un manejo de las poblaciones de mosquitos, que no solo tiene que pasar por el control químico, sino atacar el problema desde diferentes aspectos”.
En torno a la fumigación, expresó que “se hace con una máquina de ultra bajo volumen que genera un spray que ataca al mosquito adulto. Pero también hay que atacar a través del aire la vegetación que se encuentra en las casas y en los patios, ya que constituyen el alimento del mosquito”.
“También se puede hacer un control químico de las larvas con una pastilla que se llama BTI, con la que se hace un control biológico de la bacteria de la que se alimenta el mosquito, que luego le produce la ruptura del aparato digestivo”.
Por último, señaló que hay que hacer un manejo de los lugares donde se cría el mosquito. “Uno también tiene que ser responsable de su propia salud. Se puede contribuir teniendo un patio limpio para que no se convierta en criadero de larvas. El uso de repelentes ayuda también en el hogar a cuidarse de las picaduras”, concluyó.
Fuente: Diario Uno