Rechazan el proyecto de renta potencial a la tierra
El diputado radical Jorge Chemes criticó la iniciativa y señaló que "más presión fiscal trancará la producción y la inversión y arrancará a las familias del campo".
El diputado entrerriano radical Jorge Chemes criticó el proyecto que apunta a imponer la renta potencial a la tierra y afirmó que será un tapón para los productores que los arrastrará, como el inmobiliario rural, a la quiebra.
"Más impuestos, sin políticas de crecimiento, tecnología y desarrollo es un torniquete que ajusta el gobierno para asfixiar al campo.Es hora que el gobierno transparente en qué gasta, porque cada vez le quita más a la producción para sostener más burocracia”, destacó Chemes.
En tanto, el diputado señaló que “más presión fiscal trancará la producción y la inversión y arrancará a las familias del campo. Este modelo capitalista, apunta a la concentración de las riquezas, grava a los que trabajan y está en connivencia con los dueños de la renta financiera”, alertó Chemes, tambero y dirigente agropecuario de Entre Ríos, para quien “es hora de que el gobierno transparente en qué gasta; confiscaron la renta internacional de la soja; nos ahogan con el inmobiliario y gastaron los fondos de la ANSES, de Aerolíneas y adeudan a varias provincias cifras varias veces millonarias. Hay un agujero negro que no vamos a tapar con nuestro trabajo”.
“Nos quieren llevar a los empujones afuera de las tranqueras. No es casual que no haya ninguna política para la producción, ni respuestas a nuestros reclamos y que contrariamente a buscar el diálogo, nos armen grupos de choque para negociar los precios de cada segmento de la producción. Hace meses que esperamos y recibimos, como contrapartida a nuestra convocatoria al diálogo, el silencio. Hemos soportado muchas inclemencias, pero esta lleva tres años”, marcó en alusión a la crisis lechera que aún no se resuelve.
Finalmente, Chemes sostuvo que “si hay impuestos a nuestra renta, deben venir atados de políticas para el crecimiento. Si no es así, habrá dos o tres en condiciones de pagarlos, porque el resto, tal como lo quieren, habrá abandonado el campo para empobrecer las economías regionales, terminar con las cadenas de valor y el crecimiento de los pueblos. Cuando van por todo, van por una cultura de trabajo, por nuestras familias, y por el futuro de las generaciones que este modelo despojó de su arraigo. Es un precio excesivamente caro para sostener un modelo que confunde gobierno con Estado y que concentra poder en vez de construirlo”.
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