La Bolsa de Comercio de Rosario publicó su informativo semanal en el que incluye un artículo elocuente sobre el peso que tienen los fletes sobre la rentabilidad de los productores agropecuarios argentinos.
La balanza comercial registró en septiembre un déficit de 765 millones de dólares debido a mayor aumento de las importaciones sobre las exportaciones, y en contraste con el superávit de 242 millones de dólares de igual mes de 2016.
La producción de maquinaria agrícola exhibió un crecimiento del 38,9% en el acumulado de ocho meses de 2017 en todas las categorías elaboradas por el sector respecto del mismo período de 2016, al totalizar 15.765 equipos.
Las empresas exportadoras de cereales, oleaginosas y derivados liquidaron en lo que va del año u$s 18.440,5 millones, es decir, un 9,5% menos que igual período de 2016.
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal proyecta que, a raíz de la caída de precios internacionales, el valor bruto de la producción argentina se redujo 2,3 por ciento.
El crecimiento económico del gigante asiático, que disparó la importación de granos forrajeros como la soja y el maíz, es un punto de inflexión para el agro.
La liquidación de divisas por exportaciones de granos alcanzó a u$s 18.097,77 millones hasta el 13 de octubre último, un 8,8% por debajo del mismo período del año pasado.
Un desafío a resolver para impulsar las economías regionales es bajar los costos logísticos y de exportación. Importar desde el puerto de Buenos Aires, por ejemplo, implica 30% más que desde uno chileno.
En casi todos los productos y subproductos de la colmena, las ventas de miel cayeron en relación al mismo período del año anterior. A continuación un informe del año pasado.
El panorama se ha vuelto complejo para el trigo. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario estiman un millón de toneladas menos de que el año pasado.
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