La semilla verde vuelve este 2018, con renovadas fuerzas
Además, es muy probable que en esta campaña particular vuelva a manifestarse el fenómeno de la semilla chica.
En años anteriores, se registró un nivel variable de lotes con presencia de semilla verde en diferentes cultivares de soja y, al mismo tiempo, con proporciones dispares de acuerdo al origen de la producción. En la presente campaña todo nos indica que el fenómeno se repetirá, y posiblemente con gran intensidad, asegura un informe realizado por los técnicos de INTA, Roque Mario Craviotto, Miriam Raquel Arango, y Carina Del Valle Gallo.
Esto es importante ya que podrá afectar, nuevamente, a las industrias semilleras y por otra parte a las productoras de aceite. Para estas últimas, la presencia de semilla verde complicará todo el proceso industrial, que si bien puede tener solución, siempre implica un manejo especial y también conlleva a elevar los costos. En el caso particular de las industrias semilleras, sean estas Semilleros Multiplicadores o Criaderos, deberían, por otra parte, ir previendo que encontrarán diferentes aspectos del proceso de producción a los que se deberá aplicar un mayor cuidado en los controles respectivos.
Si bien la aparición de semilla verde en el lote de producción es una consecuencia del ambiente de producción, existen otros elementos participantes del proceso de producción de semilla, que pueden sumar su efecto detrimental sobre la calidad final.
Partiendo de la misma cosecha de los lotes destinados a semilla, será de gran importancia la regulación de la maquinaria de trilla y de todos los elementos mecánicos de transporte del granel.
Los lotes de semillas con un contenido de humedad igual o inferior a 11 %, estarán muy expuestos a sufrir daños por la generación de fisuras y/o fracturas no solamente en la superficie sino también en el interior de la estructura seminal. Estos daños pueden observarse fácilmente, con la sola técnica de realizar una cosecha y trilla manual de algunas plantas extraídas del lote.
Luego, solamente bastará la observación bajo lupa de las semillas y así se podrán identificar la presencia de las fisuras o fracturas sobre el eje embrionario. Además, en casos más extremos, dichas fracturas se podrán localizar tanto en la zona proximal (unión de cotiledones con el eje embrionario) como en la distal de los cotiledones.
Por otra parte, esta observación permitirá estimar el porcentaje de dañado del futuro lote como consecuencia de su exposición al ambiente de producción. Este último dato nos servirá de referencia para acondicionar todos los "fierros" por los que haremos circular la masa de semillas del lote. A su vez, debemos recordar que con esta misma muestra de semilla trillada a mano podremos practicar la Técnica de Hipoclorito, usando lavandina al 5 % por 5 minutos, de manera tal de confirmar nuestra observación visual bajo lupa de la semilla seca. Con este dato inicial nos aseguraremos la "mejor trilla posible", la que no estará exenta de aumentar el daño ambiental existente antes de la cosecha y convertirlo en daño mecánico. Los restantes fierros usados en el manipuleo de la masa de semillas o del granel tales como: chimangos, zarandas, cangilones, cintas, etc, en base a su estado y regulación, no harán más que ir agregando más o menos daños al resto del lote en pleno proceso de la post cosecha.
En el caso particular de los semilleros, deberemos recordar que se dispone de la Técnica Topográfica por Tetrazolio para hacer un diagnóstico rápido y muy preciso sobre el estado general del lote de semillas, aún antes de la misma cosecha. Además, esta prueba servirá de complemento y hasta de explicación de los resultados que arrojen todas las otras técnicas de diagnóstico de calidad.
Si podemos realizar o solicitar en Laboratorios de Semillas Acreditados la técnica mencionada, tendremos la posibilidad de conocer con mucha precisión numerosos aspectos relacionados con el manejo del lote, tales como: la efectividad del monitoreo realizado, del tratamiento contra chinches, la intensidad de los daños mecánicos, la presencia de semillas duras y la inmadurez fisiológica. Esta última tiene como síntoma visible la presencia de clorofila en la semilla, que no pudo ser degradada como consecuencia de la muerte temprana de la planta madre en el mismo lote de producción. Las altas temperaturas y el persistente estrés hídrico en el suelo serán, en la presente campaña, las causas ineludibles del fenómeno de "semilla verde", que vuelve este año 2018, con renovadas fuerzas.
Argentina no posee exigencias de tolerancia de semilla verde y, en este sentido, sí debemos saber que la intensidad de la tinción y no la mera presencia del color verde sobre la semilla, es donde deberemos fijarnos para determinar si un lote es o no apto para su utilización como simiente. El color verde claro no modifica la calidad del lote de semillas pero, por el contrario, el color verde intenso sí y afecta de manera sustancial la capacidad de germinación. Las semillas verdes poseen un mayor contenido de humedad, por lo que poseen una menor aptitud de conservación, son propensas a ser más fácilmente colonizadas por patógenos y generan más fácilmente focos de calentamiento en la masa de granel que se pretende conservar.
Además, es muy probable que en esta campaña particular vuelva a manifestarse el fenómeno de la semilla chica, que puede traer consigo una consecuencia adicional como es la dureza. A esto último, se podrá visualizar la combinación de presencia de color verde en semillas duras, las chinches y demás es decir que el ambiente nuevamente se hará sentir.
Fuente: Agritotal.com