Se duplicaron importaciones de soja desde Paraguay y Brasil
Se trata del ingreso temporario de porotos para su procesamiento en Rosario y posterior exportación como harinas o aceites.
La capacidad de molienda del complejo oleaginoso ubicado a la vera del Paraná, en el Gran Rosario, supera el volumen de soja que se produce en Argentina.
Por eso, desde hace años el Gobierno habilitó un régimen de importaciones temporarias de soja de países vecinos, fundamentalmente Paraguay, Bolivia y ahora también Brasil, para que ingresen porotos cosechados en esas naciones para que sean procesados y exportados como harinas o aceites desde Argentina.
Este dato estructural, más una coyuntura en la que los productores argentinos están reteniendo la cosecha a la espera de mejores precios, configuran el escenario que explica que las importaciones de soja se hayan duplicado desde principios de año.
Datos
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, elaborado en base a información del Indec y la Aduana argentina, al 20 de septiembre se importaron 1,4 millones de toneladas de soja, con un aspecto llamativo: apareció mercadería traída de Brasil, desde donde se importaron 136 mil toneladas.
“Para obtener volúmenes similares o superiores a los que se está importando bajo el régimen para ser procesado en suelo argentino y exportado luego como productos derivados de la industria, hay que remontarse a fechas previas al 2009, cuando se importaba soja para procesar en algo más de 500 mil toneladas. 2007 y 2008 fueron los años excepcionales, cuando llegaron a importarse 2,2 y 2,8 millones de toneladas, respectivamente”, precisó la Bolsa rosarina.
Retención
Como se mencionó, un factor que influye en este crecimiento es la decisión de los productores de retener la cosecha almacenada en silos a la espera de que los precios repunten.
Por caso, hasta la semana pasada las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) de soja alcanzaban a siete millones de toneladas, muy por detrás de los compromisos de exportación a igual altura del ciclo en otras campañas.
Del mismo modo, al 13 de septiembre la industria y la exportación llevaban comprado el 62 por ciento de la cosecha 2016/17, dos puntos por detrás del ciclo pasado y siete puntos por debajo del promedio de las últimas cinco campañas. Es decir, todavía falta vender alrededor de 18 millones de toneladas de soja, lo que significa un total de 25,5 millones que no tienen precio todavía.