Se va La Niña pero llegarÃa El Niño
Aún no es seguro que El Niño llegue a desarrollarse en plenitud, pero la alternativa de un estado neutral cálido augura buenas perspectivas para la mayor parte del área agrícola nacional durante la campaña 2012/13. La transición será lenta.
El segundo episodio consecutivo de La Niña, que afectó a la campaña agrícola 2011/12, está terminando en forma bastante puntual. Durante las últimas semanas, el panorama climático comenzó a observar un progresivo calentamiento, que lo llevó rápidamente a un estado neutral cálido. Y, en caso de que dicho calentamiento continúe durante los próximos meses, podría desarrollarse un episodio de El Niño, anticipó el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología. El Niño constituye la fase cálida del fenómeno de “El Niño Oscilación del Sur” (ENSO), causada por una disminución en la intensidad de los vientos alisios ecuatoriales que, a su vez, provoca un calentamiento del océano Pacífico Ecuatorial. Los episodios vigorosos producen lluvias por encima de lo normal, desde noviembre hasta marzo, en el sur del Brasil, el Uruguay, el este de la Región del Chaco, la Mesopotamia y la Región Pampeana. Por el contrario, el norte y el centro-oeste de Sudamérica (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte del Brasil), el NOA y gran parte de Cuyo observan precipitaciones inferiores a lo normal. En el Paraguay, sus efectos son negativos en el extremo norte del área agrícola oriental, y positivos, en el sur de la misma. Por el momento, no es seguro que El Niño llegue a desarrollarse en plenitud, pero la alternativa de un estado neutral cálido augura igualmente buenas perspectivas para la mayor parte del área agrícola nacional durante la campaña 2012/2013. No obstante, antes de que ello ocurra, tendrá lugar un prolongado proceso de transición entre las condiciones de La Niña, que rigen en el momento actual, y las condiciones de El Niño, que recién comenzarán a hacerse sentir a partir del inicio de la primavera próxima. Características. Por lo tanto, agrega el informe de Sierra, debe preverse una evolución con las siguientes características, que se cumplirá a lo largo del semestre otoño-invernal: a) Comienzos de otoño: las precipitaciones serán escasas en la mayor parte del área agrícola nacional, observando algunos focos con valores mayores. Se observarán lapsos cálidos durante los cuales se reducirán las reservas de humedad de los suelos pero, al mismo tiempo, se intensificarán las entradas de aire polar, comenzando a producirse heladas tempranas intensas. b) Fines de otoño/comienzos de invierno: las precipitaciones tomarán valores cercanos a lo normal pero, debido a que se trata de una época del año en que las lluvias son escasas, los aportes de humedad a los suelos serán poco significativos. El régimen térmico continuará observando irrupciones de aire polar, pero las mismas se harán menos intensas. c) Fines de invierno/comienzos de primavera: las precipitaciones se incrementarán gradualmente. Los lapsos cálidos aumentarán su frecuencia e intensidad, al mismo tiempo que las irrupciones de aire polar se harán menos vigorosas, siendo probable que la temporada de heladas termine en forma normal, y no se produzcan episodios tardíos de importancia. d) Desde mediados de primavera en adelante: el agroclima tomará las características típicas de un estado neutral cálido, con precipitaciones abundantes y prolongados lapsos cálidos, con posibilidades de que se desarrolle un episodio de El Niño, que daría un ambiente aún más lluvioso en el área oriental, mientras que el NOA y Cuyo experimentarían registros bajo lo normal. Mes a mes El trabajo del especialista Eduardo Sierra incluye una perspectiva estacional elaborada sobre la base de los informes difundidos por el Servicio Meteorológico Nacional argentino, los principales centros del Cono Sur y las principales agencias internacionales. ABRIL 2012. Si bien La Niña completó su ciclo, es probable que la acción residual del fenómeno genere una temporada otoño-invernal seca y fría. Las precipitaciones disminuirán en la mayor parte del área agrícola nacional. La mayor parte del oeste del área agrícola nacional observará precipitaciones escasas. El norte de la Región del Chaco y el norte de la Mesopotamia observarán precipitaciones abundantes, que disminuirán hacia el centro de ambas regiones. MAYO 2012. Mayo observará una fuerte concentración de las precipitaciones en el sudoeste y sudeste del área agrícola nacional, mientras la mayor parte del norte y el centro registrarán valores escasos. El sudeste de la Región Pampeana observará entradas de aire desde el Atlántico, que se extenderán hacia el sur de la Mesopotamia. JUNIO 2012. En junio las precipitaciones se harán escasas en la mayor parte del área agrícola nacional, restringiendo su acción a algunas zonas. El régimen térmico experimentará un descenso general, registrándose intensas heladas. JULIO 2012. En julio las precipitaciones continuarán siendo escasas en todo el centro y el norte del área agrícola nacional. La Pampa, Buenos Aires y el sur de la Mesopotamia observarán entradas de aire marítimo desde el Atlántico, que producirán lluvias moderadas. El régimen térmico del sur y el centro del área agrícola nacional seguirá observando un descenso general, registrándose intensas heladas. AGOSTO 2012. En agosto las precipitaciones continuarán siendo escasas en la mayor parte del centro y el norte del área agrícola nacional. El régimen térmico del centro y el sur del área agrícola experimentará temperaturas bajas con intensas heladas. SEPTIEMBRE 2012. Septiembre comenzará a exhibir signos de normalización del agroclima. Las precipitaciones volverán a extenderse sobre la mayor parte del área agrícola nacional, aunque con valores muy disímiles. La Región del Chaco, el norte de la Región Pampeana, gran parte de la Mesopotamia y el este de Cuyo observarán un extenso foco con precipitaciones abundantes, con numerosos focos de tormentas localizadas severas. PRIMAVERA 2012. La temporada primaveral observará una reactivación general de las precipitaciones, que se harán muy abundantes en el norte y el centro del área agrícola nacional, alcanzando valores moderados sobre su porción sur. Es probable que las precipitaciones vayan acompañadas con tormentas severas, con granizo, vientos y aguaceros torrenciales que provocarán anegamientos. El régimen térmico alternará lapsos cálidos con irrupciones de aire frío que causarán descensos térmicos marcados, pero es poco probable que las heladas se extiendan después del comienzo de la primavera.