Manejar los sistemas para disminuir el uso de herbicidas

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La Argentina es pionera en siembra directa, condición necesaria pero no suficiente para una agricultura sustentable. Junto con la rotación de cultivos y otras buenas prácticas agrícolas, es el sistema que mejora el balance de carbono y el uso del agua, además de reducir la erosión de suelos y el uso de combustibles fósiles.

“La debilidad de la siembra directa es el aumento en el uso de herbicidas y somos conscientes de ello. Esto se ha profundizado a partir de un sistema simple y recetado: monocultivo con barbechos químicos”, explicó a Nuevo ABC Rural, el ingeniero agrónomo, especialista en malezas de Aapresid, Martín Marzetti.

“La apuesta es disminuir el uso de herbicidas sin perder los beneficios que nos dio la siembra directa y sin que las malezas sigan complicando el sistema. Esto se logra a través del manejo integrado de malezas. Hoy el foco lo estamos poniendo en sistemas de cultivos (rotaciones) para que la mayor parte del año compitan con las malezas, mejoren el uso del carbono, el agua, los nutrientes y reduzcan erosión. Cultivos de cosecha y de cobertura, para transitar una intensificación ecológica de la agricultura es la realidad que debemos incentivar”. Si bien las recetas mágicas no existen, el especialista remarcó que las acciones van más allá de la rotación de herbicidas y que es sumamente importante incluir prácticas más generales de manejo de la producción como la rotación de cultivos, la utilización de cultivos de cobertura y actividades preventivas como la limpieza de las cosechadoras y un buen monitoreo de los lotes.

Importancia del monitoreo

En relación a las rotaciones, el foco también debe ser puesto en sistemas de detección de malezas para realizar un control selectivo. “Una vez detectada la maleza podemos decidir qué hacer con ella, pero sabemos que esa práctica la realizaremos no en todo el lote, sino en la superficie cubierta por malezas. Acá viene el 22”, mencionó el entrevistado, quien lo explicó de manera precisa.

“Dos posibilidades de detección: una que ya existe en el mercado que detecta plantas y otra que, por medio de cámaras, podrá diferenciar malezas de cultivos y malezas de otras malezas, por sus formas. Y dos posibilidades de control: químico mediante la aplicación de herbicidas o físicos”, continuó.

Otra recomendación que propone el especialista es no hacer barbechos largos allí donde crece la Rama Negra. “Para eso es necesario hacer cultivos de invierno o de cobertura”.

Evaluar resistencia

Es importante destacar que cualquier población de malezas puede contener biotipos resistentes en alta o baja frecuencia y el uso repetido del mismo herbicida, o de otro con igual mecanismo de acción, somete a esta población a una elevada presión de selección que provocará un aumento en la proporción de los individuos resistentes. Por eso, el profesional, consideró que “la rotación de herbicidas con diferentes mecanismos de acción y el uso de mezclas son estrategias básicas e imprescindibles para la prevención y manejo de la resistencia”.

Control mecánico

Marzetti, remarcó como de costumbre que la labranza y/o el control mecánico sobre las malezas es un despropósito. “El hecho de volver a la labranza, es que uno pierde todo lo que hizo en el día que dijo que no movía más la tierra, o sea que el trabajo de 20 años, lo pierde en dos años de labranza. Porque, primero, quita el rastrojo de la superficie, que es una protección del suelo y después, genera pérdidas de carbono que se van a la atmósfera. Entonces cuando voy a hacer eso, tengo que ser consciente de que gano por el otro lado, porque si acepto perder todo esto tengo que ganar mucho por el otro lado, y claramente no sucede ni se controlan las malezas de manera efectiva”, indicó.

A la hora de comentar sobre el conocimiento que tiene la Argentina en esta temática, el técnico subrayó que “hay unos estudios muy interesantes que muestran que la Argentina es de los países que más saben sobre malezas y más conscientes son, o sea que es un dato muy alentador en ese sentido, y creo que hay un gran trabajo de instituciones y compañías para poder seguir informando”.

Cuadrillas en acción

En las últimas campañas aparecieron grupos de personas denominadas “cuadrillas” que arrancan las malezas de los lotes como otro modo de control. Ante esto, Marzetti explicó que “las cuadrillas tampoco son súper numerosas, son lotes puntuales que se hacen en algunas zonas”.

Y continuó: “Si tuviera un problema puntual, recomendaría una cuadrilla, pero no puedo tenerlo como una práctica para cuando no controlé y sea el último recurso; además el control no es muy efectivo, tampoco es barato, y es tedioso, tanto que a veces ni con cuadrilla se puede controlar. Es para tener en cuenta pero que no sea clave en el programa de manejo”.

Preparando los barbechos

Químicos

El barbecho es el puntapié inicial para comenzar a trabajar con la mira puesta en el rendimiento del próximo cultivo. El momento de la aplicación del herbicida depende en su mayoría del desarrollo logrado por las malezas y su capacidad de extraer recursos, principalmente agua y nutrientes del suelo, necesarios para el cultivo venidero.

“La persistencia del herbicida en el suelo, que pudiera resultar perjudicial para el próximo cultivo a implantar, también es de importancia para decidir el momento de la aplicación. Diversos factores, tales como la materia orgánica, la textura, la humedad y la temperatura del suelo, entre otros, pueden modificar el comportamiento de los herbicidas y por esto, el período de tiempo entre la aplicación del herbicida y la siembra del cultivo puede variar según las características de cada región”, destacó el entrevistado.

Existen diversas alternativas para el control de malezas en barbechos largos de soja y maíz de primera. “Los tratamientos tempranos permitirán obtener controles más eficientes, ya que lograremos mayor porcentaje de control con menor dosis dado que las malezas tendrán un tamaño pequeño correlacionado a un estado fenológico susceptible”, continuó Marzetti.

Los herbicidas hormonales demuestran su eficiencia para el control de malezas difíciles como Rama Negra y otras como Commelina o escoba dura. Entre ellos se menciona 2,4-D, fluroxipir, dicamba y picloram (estos dos últimos incrementan el control residual). El especialista dijo que cuando se utiliza algún hormonal en barbecho de soja, se debe tener muy en cuenta el momento de aplicación, dado que no están recomendados para este cultivo, pero para maíz no hay problemas tanto en barbechos largos como cortos.

No obstante se debe tener en cuenta que es un herbicida no recomendado para su uso en barbecho de soja y, de emplearse, se debe posicionar temprano, no más allá de la primera quincena de junio. “En lotes destinados a la siembra de maíz se podría utilizar una media dosis de atrazina en mezcla con glifosato, 40-60 días antes de la implantación y luego completar la dosis del residual en preemergencia o cercano a la siembra más el agregado del acetoclor o metolacloro”, recomendó.

Para concluir, según el entrevistado, con la práctica de barbecho temprano se estará contribuyendo: al medioambiente (no acelerando la generación de resistencias en malezas por ejemplo), la productividad (reduciendo la competencia de malezas con el cultivo) y la rentabilidad, por más rinde del cultivo y por reducción de costos ya que ciertas mezclas de herbicidas a último momento antes de la siembra son caras, además de que el productor cuenta con pocos principios activos u otra herramienta para un adecuado manejo de las malezas.

Fuente: Nuevo ABC Rural