Mantienen pronóstico de cosecha de soja
Por la rotación de cultivos y los problemas climáticos, el área de soja se redujo este año en 900.000 hectáreas. La Bolsa de Cereales mantiene sus estimaciones.
Así lo estimó la Bolsa de Buenos Aires, luego de que el jueves pasado concluyera el total de la siembra del principal cultivo, con una reducción de la superficie sembrada del 4,5%, que pasó de las 20,1 millones de hectáreas en 2016 a 19,2 millones en la actual campaña, según publica Clarín.
El achique se debe a varios factores. En primer lugar, la expansión de la región destinada al maíz y el girasol le arrebató unas 300.000 hectáreas a la oleaginosa.
Otro tanto hicieron la sequía en el sur de Buenos Aires y las lluvias en la zona núcleo (norte de la provincia, el sur de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) al impedir a implantación de una cantidad similar de hectáreas.
Y las inundaciones afectaron otras 300.000 ya sembradas, impactando también en los niveles de producción estimados.
Pese a los contratiempos, la Bolsa de Buenos Aires mantiene su pronóstico de cosecha en 53,3 millones de toneladas.
Es que mientras los anegamientos perjudicaron a las zonas bajas, los te- rrenos en altura se vieron favorecidos con excelentes rendimientos por la humedad en el suelo. "En un año con buena humedad el potencial de rendimiento de las zonas favorecidas compensa la pérdida y hasta permite un plus de producción", destacó a Clarín el jefe de estimaciones de la entidad, Esteban Copati.
Otras previsiones son aún más optimistas y proyectan que el potencial de producción podría estirarse hasta las 60 millones de toneladas.
"Si se suma toda el área afectada las pérdidas pueden llegar al 20%, pe ro como el 80% restante tiene muy buenos rindes la compensación puede ser mayor", señaló a Clarín el agroclimatólogo de la Facultad de Agronomía de la UBA, Eduardo Sierra. El especialista, además, aseguró que las inundaciones y los incendios son parte del ciclo natural, aunque reconoce que la falta de obras y los canales clandestinos empeoraron el cuadro.
Con 4,9 millones de hectáreas sembradas, en tanto, la siembra de maíz, finalizará la semana próxima sin mayores inconvenientes. Por su mayor costo, el grano fue implantado en tierras más elevadas, que no se vieron anegadas y permitió el desarrollo de los cultivos.
La producción prevista por los privados es de 36 millones de toneladas mientras que la de trigo es de 15 millones de toneladas.
En ambos casos, la cosecha esperada representa un incremento en 5 millones de toneladas respecto de la del año pasado.
Por último, la trilla de girasol alcanzaría los 3,5 millones de toneladas.