La situación mundial del maíz puede beneficiar a Argentina
Los mercados internacionales de commodities agrÃcolas han venido manifestando una relativa calma. La volatilidad ha disminuido, y los mercados evidencian señales de pesadez.
Factores de diversa índole, en algunos casos financieros, como la fortaleza del dólar frente a la mayoría de las monedas; de precios relativos, como lo que se deriva del desplome del precio del petróleo; o de los propios fundamentos, en este caso producto de elevadas cosechas y crecimiento de stocks mundiales, han configurado este escenario.
Sin embargo, entrando a analizar específicamente el mercado de maíz, y más allá de los macroindicadores, como la relación stock/consumo, que para este producto se ubica en 21,6% en la presente campaña 2015/16, frente a 21,2% del ciclo precedente, debe atenderse a diversas situaciones coyunturales que podrían modificar esta relativa estabilidad de precios.
En primer lugar, la posición neta de los fondos especulativos que operan en el mercado de Chicago muestra que en el caso del maíz los mismos se encuentran vendidos en el equivalente a unas 25,0 millones de toneladas, siendo esta posición vendida una de las más altas de los últimos años. Esto genera un potencial de compras de gran magnitud ante algún factor alcista que pueda presentarse. Es sabido que estos fondos, al ser especulativos, cambian de tener una posición vendedora a salir a comprar en forma rápida si se dan determinadas condiciones, y que esa conducta suele potenciar subas, a veces significativas. Se recuerda que estamos hablando de un mercado donde se negocian fundamentalmente contratos y no mercadería física, pero que resulta la referencia internacional para los precios de la mayoría de las commodities agrícolas.
En segundo término, existe el factor climático, que si bien ha resultado amigable para las producciones de Estados Unidos y China, dos actores fundamentales en el mercado mundial de maíz, ha perjudicado seriamente las producciones en el sur del continente africano. En esa región sobresale Sudáfrica, un habitual productor de 12,0/14,0 millones de toneladas y exportador de unas 1,0/2,5 millones a países vecinos.
Producto de una persistente sequía, este año Sudáfrica resultará un importador neto de maíz. Al respecto, el Comité de Estimaciones Agrícolas de ese país acaba de anunciar que la cosecha de maíz de este ciclo alcanzará a 7,44 millones de toneladas, marcando una caída del 25% respecto del ciclo precedente, que ya había sufrido también mermas productivas debido al clima. Hay estimaciones privadas que ubican la producción sudafricana de maíz en apenas 6,96 millones de toneladas.
Desde el gobierno de Sudáfrica se estima que dicho país deberá importar durante el presente ciclo cerca de 6,0 millones de toneladas del forrajero, a lo que se suman lo que otros países del sur del continente africano, habitualmente abastecidos por el maíz de Sudáfrica, deberán salir a buscar al mercado internacional. Se sabe, por ejemplo, que Zambia deberá importar unas 200 mil toneladas de maíz este año, también por haber sufrido las consecuencias del mal clima.
Comercialmente, los sudafricanos ya han comenzado a importar maíz, siendo el maíz argentino uno de los más favorecidos por ser altamente competitivo frente a otros orígenes para llegar a ese mercado. De hecho, son varios los buques nominados para embarcar maíz argentino a ese destino en las próximas semanas, situación nada habitual, por cierto.
Para completar el escenario, se han conocido especulaciones respecto de que Brasil podría sufrir al comienzo del otoño, una situación de estacional desabastecimiento, que lo llevaría a tener que importar maíz. La gran devaluación que ha sufrido el real, la moneda brasileña, impulsó fuertemente las exportaciones de maíz de ese origen durante 2015, las que alcanzaron un récord de algo más de 30 millones de toneladas, pero al mismo tiempo perjudicó a la industria productora de cerdo y aves de corral por incremento del precio interno del grano. Para atenuar ese efecto, el gobierno de Brasil anunció que licitará 500 mil toneladas de las reservas de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). Lo concreto es que, según algunos analistas locales, Brasil parece tender a la escasez estacional de maíz.
En definitiva, el mercado del maíz comienza a evidenciar un quiebre en el letargo que lo caracterizó en los últimos meses, y los factores que están determinando esta situación tienden a sumar demanda, siendo el maíz argentino el que se encuentra en una posición ventajosa en términos de competitividad y disponibilidad para atender la misma. Refuerza esta afirmación el hecho de que el maíz estadounidense en el Golfo cotiza a un valor FOB de 170/173 dólares por tonelada contra los actuales 165 dólares/ton del maíz argentino, a lo que se suma un menor costo de flete para llegar al sur de África o eventualmente al mercado brasileño.
Fuente: El Enfiteuta