Cuatro de cada diez hectáreas de soja se sembran a pérdida
Un trabajo de Aacrea dice que el negocio agrÃcola es inviable por bajos precios, alta presión tributaria, dólar planchado, suba de costos y restricciones comerciales vigentes.
La campaña agrícola está en serias dificultades. La baja de los precios internacionales de los commodities agrícolas, sumada a la presión tributaria), la suba de costos, las restricciones comerciales y la devaluación del peso por debajo de esas variables generan más que preocupación, más aún cuando la campaña 2015/16, tanto de trigo como de soja y maíz, será la encargada de generar divisas para los primeros meses del gobierno que a partir del 10 de diciembre reemplace al de Cristina Fernández de Kirchner.
A las advertencias que vienen haciendo los dirigentes rurales, las bases de productores que hace dos meses se manifiestan en las rutas, y las principales bolsas de comercio y cereales del país, se sumó ayer la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
El diagnóstico de esa entidad técnica es lapidario: cuatro de cada 10 hectáreas que se implanten con soja y ocho de cada diez que se siembren con maíz serán a pérdida.
En el trabajo, Aacrea sostiene que los resultados económicos esperados tras la próxima cosecha de soja y maíz (que ingresarán al circuito comercial en abril y mayo) resultarían "negativos en la mayoría de las zonas agrícolas pese a obtenerse rindes históricos y frente a la tónica bajista que ofrecen los precios granarios".
Para la entidad, la situación es una "alerta roja" para la agricultura nacional, porque "el 83% del total del área maicera y el 44% de la sojera se tornarían económicamente inviables".
"El negocio agrícola tendrá un resultado negativo debido fundamentalmente a la presión fiscal, al incremento de gastos directos e indirectos, a la política cambiaria y a la continuidad de las restricciones comerciales", enfatizó Aacrea.
La entidad advirtió que esta situación "puede generar una reducción considerable en la intención de siembra" de la cosecha gruesa, tanto en maíz como en soja.
Según los cálculos realizados por los especialistas de la entidad técnica, sobre planteos productivos en campos alquilados, y a partir de los valores de arrendamientos para la campaña, el "85% de los departamentos analizados en la Pampa Húmeda para cultivar maíz o soja serían económicamente inviables".
La situación tiene sustento, remarca Aacrea) en que "el rendimiento promedio zonal se ubica por debajo del rinde necesario para cubrir los costos de producción en campos que no son propios".
Al respecto, el trabajo graficó que el maíz nuevo tiene "un rinde medio que se ubicaría 75% por debajo del rendimiento necesario para cubrir los costos de producción". En soja, en tanto, el rendimiento promedio esperado se ubica en torno a 40% por debajo del rinde requerido por el productor para cubrir los costos de producción.