¿Por qué debo hacer un análisis de suelo?
Para preservar la calidad de las tierras productivas durante años es indispensable determinar los insumos que ellas necesitan y el análisis de suelo es una herramienta a la hora de planificar una estrategia de fertilización y preservación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró al 2015 como el “Año Internacional de los Suelos″, a fin de llamar la atención sobre la vulnerabilidad de este valioso recurso.
En este marco, desde el Laboratorio de la Cámara Arbitral de Cereales de Entre Ríos recomiendan a productores y técnicos adoptar periódicamente este tipo de análisis como un instrumento para lograr rendimiento, calidad y rentabilidad sostenibles en el tiempo, preservando de esta forma este recurso natural no renovable.
El análisis permitirá determinar, entre otros factores, el pH, carbono total, nitrógeno total, materia orgánica, bases de cambio (calcio, magnesio, potasio, sodio), capacidad de intercambio catiónico (CIC), fósforo, nitratos, azufre y micronutrientes: hierro, manganeso, cobre, zinc, boro.
Para obtener resultados precisos, el Bioquímico del Laboratorio de la CACER Gustavo Guaglianone Ott, recomendó los siguientes pasos a seguir para un correcto muestreo:
a - La distribución espacial de las muestras a través del lote, se deben obtener alrededor de 12 a 15 submuestras, para aproximadamente 50 hectáreas de relativa uniformidad.
b- La profundidad del muestreo para hacer recomendación de nutrientes, deberán ser tomadas dentro de los primeros 20 cm. de profundidad, lo cual podrá dar una noción del comportamiento de los diferentes componentes del suelo en la estratificación.-
c- A cada muestra deberá adjuntarse una planilla con información adicional, como ser manejo, cultivo antecesor y rinde, visualización de impedimentos físicos, intención de rendimiento futuro, tipo y cantidad de fertilizantes aplicados, entre otros. Esto servirá de apoyo en la interpretación de los resultados, como así también será muy valioso para el profesional asesor a la hora de realizar recomendaciones técnicas.
El valor de esta práctica es muy conveniente si se analiza desde la óptica costo/beneficio.