Margen de un sojero en centro norte de Santa Fe
La superficie sembrada con soja en el centro-norte de la provincia de Santa Fe ha sido importante. Sin embargo, esto ocurre en un contexto de precios internacionales en tendencia bajista y costos de producción que se incrementan, lo que lleva a esperar márgenes de rentabilidad reducidos, y hasta resultados negativos en campos arrendados.
Tomando como ejemplo tres departamentos representativos del centro-norte de la provincia de Santa Fe, los resultados esperados nos muestran que por cada hectárea cultivada con soja, un productor con campo propio obtiene un margen bruto de U$S 66,5 en San Justo y U$S 247,6 en Castellanos, mientras que en General Obligado el resultado arroja una pérdida de U$S 13,2 por hectárea. Sin embargo, la mayor cantidad de explotaciones agrícolas se realizan en campo arrendado, y en ese contexto se calcula un resultado negativo por hectárea de U$S 145,0, U$105,0 y U$116,7, respectivamente. Considerando el precio de venta de la soja neto de costos de comercialización, se observa que los productores que trabajan bajo arrendamiento obtienen, por cada hectárea cultivada, una pérdida de 7,7 quintales en San Justo, 5,2 quintales en General Obligado, y 5,4 quintales en Castellanos.
Los eventos climáticos que se evidenciaron en la presente campaña en nuestra región, tanto en momentos de siembra como previos a cosecha, obligaron a sembrar en forma tardía, o practicar la resiembra, incrementando aún más los costos para muchos productores de la zona. Se esperan pérdidas de producción que todavía no fueron mensuradas, y a medida que avance la cosecha se ajustarán los rendimientos finales.
Los rendimientos promedio esperados en la región para la presente campaña son sensiblemente superiores a los históricos. Sin embargo, es aún en este contexto que se observan márgenes negativos para la producción de soja. Esto nos brinda un panorama de la problemática que enfrentan los productores, ya que si hubiéramos tenido una campaña con rendimientos similares a los históricos, la situación financiera a la que se llegaría sería incluso más crítica.
La rentabilidad obtenida en la soja, campañas atrás, servía en parte para financiar los resultados obtenidos en otros cultivos, de gran importancia ambiental debido a que extraen y reponen nutrientes necesarios para el suelo. La gran compresión en los márgenes en la producción de soja restringe las posibilidades de esta compensación, lo cual lleva a los productores a practicar más el monocultivo de soja.