Se estima una caída de área maicera del 16% para 2014/15
La proyección del área sembrada de maÃz implicarÃa una pérdida de 700.000 ha. En general no se han iniciado las labores de siembra por la falta de piso que generaron las continuas lluvias en la Región Pampeana.
La precampaña temprana de maíz exhibió una clara depreciación del valor del maíz, en contraste con los aumentos en el valor de varios elementos en la componente de costos de producción y comerciales, cuales son los insumos y el gasoil, o el sostenimiento de otros, como en el caso de los arrendamientos. Con este conjunto de variables los rendimientos de indiferencia superan significativamente a los calculados en la campaña anterior, particularmente cuando el modelo incluye tierra arrendada o regiones productivas alejadas de los destinos más importantes. Por otra parte, la necesidad de financiamiento del productor en esta campaña es muy acentuada, por lo cual se tiende a privilegiar el retorno por peso invertido. De allí que el cultivo de soja está desplazando al del cereal en las intenciones del productor.
Es notable que en la región núcleo se da una de las mayores disminuciones en la intencionalidad de siembra, con respecto al año pasado, llegando al 25%. En algunas zonas del norte del país las caídas respecto al año pasado pueden superar el 50% pese a los muy buenos resultados productivos que se obtuvieron en la campaña anterior. En el resto, en general las caídas están entre el 8 y el 22%.
El escenario hídrico es notablemente favorable para el cultivo de maíz y contrasta con la campaña pasada, cuando la falta de agua se mantuvo durante casi toda la ventana de siembra del maíz de primera. Las excelentes reservas de humedad en los suelos, junto al pronóstico de un Niño leve auguran un muy bien año productivo y sostienen la posibilidad de que, a nivel nacional, se exprese un rinde por encima del promedio.
Conviene señalar que la reducción estimada en la superficie maicera se debe a las postergaciones que se observan en las decisiones de siembra, por lo que queda una ventana de tiempo de gran incertidumbre por delante. Ante un eventual cambio positivo en este escenario, podrían producirse ajustes que signifiquen el aumento de las siembras tardías, en noviembre y diciembre, y amortigüen la caída del cereal.