Hay retenidas alrededor de 24 millones de toneladas de soja
La cosecha de soja argentina vale u$s 4000 millones menos que a principio de año. La oleaginosa retenida equivale casi al 44% del total cosechado. Hacia septiembre de 2010, ese nivel de retención era de apenas 25%.
Las cotizaciones internacionales de la soja profundizaron ayer el derrumbe iniciado a fines de junio. Los futuros más cercanos en Chicago cerraron ayer en el valor más bajo desde fines de agosto de 2010: u$s 368,6 la tonelada. Y el impacto se sintió en el mercado doméstico, donde la falta de operaciones se volvió una constante de las últimas semanas, en un mix de precios bajos y necesidad de los productores de resguardar valor en porotos ante la creciente brecha entre el dólar oficial y el paralelo y la expectativa de una eventual nueva devaluación oficial del peso. Ayer, el contrato de soja Mayo‘15 en el Matba terminó en apenas u$s 250,5 por tonelada, también entre los niveles más bajos de los últimos cuatro años) y le suma presión a la ecuación para la próxima siembra, que arranca hacia mediados de octubre.
Puede decirse que a esta altura cuanto más el país requiere de los dólares del complejo sojero, más se derrumba el valor del principal producto de exportación local. La consultora Ecolatina advirtió la creciente sojadependencia que el país atraviesa desde que se instauró el cepo cambiario y que, indica, se profundiza en un escenario en el que sigue sin resolverse la pelea con los fondos buitre por la deuda.
El trabajo de Ecolatina remarcó que hasta que se logre la reapertura del financiamiento externo, que quedó trunco con el conflicto irresuelto con los holdouts, “el ingreso de dólares al país dependerá de manera creciente en la evolución de las exportaciones de bienes, en particular del complejo sojero”. La consultora expuso que antes del cepo cambiario, las ventas externas representaban el 56% de la oferta bruta de moneda extranjera. El año pasado, ese ratio se elevó a 77%, indicó Ecolatina.
En ese sentido, la consultora sostuvo que con el endeudamiento externo anulado al menos hasta fin de año, “se ha vuelto al vivir con lo nuestro”, justo en momentos en que más se necesitan divisas, transformando las exportaciones en una variable clave, porque la oferta de divisas provendrá casi exclusivamente por esa vía. Y puntualizó que el éxito de esta nueva etapa de soja-dependencia, y por ende para el mercado cambiario: “el precio internacional del commodity, un clima benigno que garantice una buena cosecha local y la voluntad de liquidación de stock por parte de los productores y cerealeras”. De momento, ninguna de las condiciones que apunta la consultora como clave se están cumpliendo.
Desde principios de año, los contratos de soja en Chicago “más activos” perdieron 21% de su valor o casi u$s 100 por tonelada. Si se mide desde fines de junio, cuando comenzó la tendencia bajista en Chicago, el derrumbe llega a 18%. Al comparar el actual precio con los valores que la oleaginosa llegó a ostentar hacia mediados de abril en Chicago (arriba de u$s 560 la tonelada), la retracción asciende a nada menos que 35%.
En a precios FOB oficiales (los que se utiliza para determinar retenciones), la cosecha argentina de 55 millones de toneladas 8de la cual hasta ahora solo se comercializó la mitad) representa u$s 25.190 millones. Eso es u$s 4000 millones menos que lo que valía la cosecha a principios de año y la diferencia se estira a u$s 5600 millones si se la compara con el FOB de mediado de mayo (u$s 560 por tonelada).
La baja de precios sumada a la brecha entre el dólar oficial y el blue, en torno a 70%, y la perspectiva de que haya una nueva devaluación, negada por las autoridades, hacen que los productores retengan aún 24 millones de toneladas de soja. Eso es casi 44% del total cosechado. Hacia septiembre de 2010, con los actuales precios, ese nivel de retención era de apenas 25% de la cosecha.