Momento de armar la defensa
La semana anterior, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por finalizada la cosecha 2013/14 de soja en nuestro paÃs. Según la entidad, se terminaron recolectando 55,5 millones de toneladas, récord para la oleaginosa.
El dato coincide con una gran cosecha en Brasil y la perspectiva de una producción récord en Estados Unidos que ayudará a recomponer existencias a niveles holgados. La situación viene golpeando al mercado, que arrastra bajas desde mitad de mayo, pero de manera más pronunciada desde principios de junio cuando se supo que el área implantada en Estados Unidos superaba lo previsto.
Desde los máximos de mitad de mayo a los mínimos de mediados de julio, el precio de la soja tuvo un retroceso en nuestro país superior a los 40 dólares. El freno de la baja estuvo relacionado por un lado con la reaparición de China, comprando significativas cantidades de soja estadounidense, y por otro con la necesidad de originar de la demanda local. La retención del productor, que tiene a la soja como resguardo de valor, también contribuyó al rebote.
Sin embargo, no duró más de dos semanas la sensación de que se podía subir sin escalas y los valores volvieron a caer, aunque sin tocar los mínimos de mitad de julio.
La pregunta: ¿pueden volver a subir los precios? Estados Unidos está en pleno mercado climático y China demostró que compra en este rango de valores.
¿Pueden bajar los precios? La oferta a nivel global creció más que la demanda en el último año, lo cual presiona sobre las cotizaciones. Si la producción estadounidense es incluso superior a lo que se viene manejando, puede haber una nueva caída.
Estrategias
En un escenario de tanta volatilidad de precios, las mejores estrategias para el productor son aquellas que aseguran piso de precios, pero con flexibilidad para captar mejoras en los valores. Para quien necesita vender la producción, buscar comprar calls de la posición noviembre en el mercado a término. Se pueden conseguir primas de alrededor de cinco dólares para precios de ejercicio de entre 304 y 308 dólares. De esta manera, se quedará cubierto ante subas abruptas de mercado.
Pese a la sensación de estar cerca de mínimos, el riesgo de una baja sigue latente. Tener en cuenta que la demanda se posará en los próximos meses sobre Estados Unidos, donde la oferta podrá abastecer los pedidos que lleguen, relegando a un segundo plano a Sudamérica.
Por eso, para quien ya cosechó, guardó y espera con su soja un mejor precio, aprovechar el rebote de las últimas semanas para poner piso. También será una manera de cubrirse ante un riesgo devaluatorio, al quedar en dólares.
En este sentido, la alternativa más recomendable es la compra de puts de la posición noviembre (con vencimiento a fines de octubre), dejando un piso en dólares durante los próximos tres meses.
Para primas de alrededor de cinco dólares pueden conseguirse precios de ejercicio de entre 292 y 296 dólares, que actuarán de base para proyectar mejores valores.