El lino también se asoma al crecimiento
El lino busca resurgir como alternativa de producción en Entre RÃÂos. Si bien hoy subsiste en manos de unos pocos actores, intenta crecer con las nuevas oportunidades del mercado destinadas al área de consumo humano alimentos balanceados.
El lino es uno de los cultivos de cosecha fina más tradicionales que se han desarrollado en suelos entrerrianos. Si bien hoy subsiste en manos de unos pocos actores, intenta crecer ante nuevas oportunidades del mercado. “Los productores están buscando alternativas, algunos de ellos están volviendo a reeditar la siembra de lino en nuestra provincia” señaló el Ing. Agr. Gustavo Toloy, Gerente General de Cooperativas Federadas Agropecuarias de Entre Ríos (Cafer).
El especialista destacó las ventajas que posee el cultivo, que “tiene una adaptabilidad reconocida, a pesar de que en los últimos años no ha hubo grandes avances en el mejoramiento genético de la semilla. Este crecimiento de la producción es bienvenido, nos interesa el lino como un cultivo en la provincia”.
En la actual campaña 2013/14 la oleaginosa registró un incremento de casi el 118%, alcanzando una producción total de 14.906 toneladas, muy por arriba de 6.840 toneladas del ciclo pasado. Así lo reportó el Informe de Producción de Lino que dio a conocer el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber) en donde, además, destacó que el rinde promedio obtenido de las 13.400 hectáreas sembradas se ubicó en 1.119 kg/ha, cifra que representa un alza del 27% respecto del promedio del ciclo precedente que fue de 878 kg/ha.
El lino viene relegado desde hace varios años, pero continúa siendo un ícono destacado de la producción extensiva entrerriana. La superficie de siembra se fue reduciendo paulatinamente, según comentó Toloy, determinada por la desaparición de las fabricas que adquirían la oleaginosa hacia fines de la década de 1980 en Entre Ríos. “Después de esta caída de importantes grupos provinciales, había muy poca demanda a nivel nacional por lo que el productor se volcó hacia otras alternativas de invierno, como el trigo, la avena, la cebada; y ahora apareciendo otros cultivos interesantes como la arveja” dijo.
Alrededor de 60 años atrás, el lino se industrializaba en pequeñas fábricas con determinada capacidad de procesamiento, elaborando en su mayoría aceite crudo para la fabricación de pinturas, tintas, resinas y barnices. Sin difusión para el consumo humano, Toloy destacó que “se ha descubierto que el lino posee propiedades muy interesantes como son los ácidos grasos omega-3 y en menor medida omega-6, aportando una serie de ventajas para la nutrición humana en la reducción del colesterol”. Además, agregó que “Brasil tiene una historia muy rica y muy demandante para el consumo. Personalmente visite la zona de San Paulo y es impresionante como el consumidor urbano lleva el lino y lo incorpora a su dieta. La oleaginosa se encuentra ampliamente difundido. Y es nuestro vecino país el destino de nuestro lino como semilla. Nosotros no somos sus únicos proveedores, compra en mayor cantidad a Canadá quien es el gran productor mundial de lino y el abastecedor en épocas en que nosotros no producimos”.
Acerca de la posibilidad de nuevos mercados, el titular de Cafer comentó que la Institución se encuentra analizando con especialistas sobre la puesta en marcha de un proyecto: “Estamos analizando la posibilidad de encausar un proyecto, no muy lejano, en nuestra sede de Gualeguaychú para el armado de una planta de extracción de aceite y harina de lino, pensando en otros mercados como el chileno. Este país tiene un gran desarrollo en la producción de piscicultura, por lo que son grandes consumidores de este tipo de aceites y de hecho hemos vendido algo de la producción”. Y resaltó: “Las perspectivas que tiene el lino vuelven a estar en el tapete, pero con otro destino dedicado fundamentalmente al área de consumo humano y alimentos balanceados”.
Fuente: Campo en Acción