Vinos: el INV confirma la peor cosecha de la historia
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura se exportaron casi 45 millones de litros menos con respecto al primer semestre de 2022. Más allá de la baja productiva local, “la tendencia es global”, graficó el vicepresidente del organismo.
Panorama complejo para el mercado exportador del vino en la Argentina: nuestro país sintió las consecuencias del clima, que afectó a los cultivos de uva en la zona de Cuyo, principal región productora. Pero también las heladas y el granizo, que cayeron muy inoportunamente en un momento clave de la campaña.
El resultado no fue el esperado, pero sí el lógico. Hoy desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) salieron a ponerle cifras a esas inclemencias del clima a la hora de exportar vino hacia otros países.
“Argentina exportó en los seis primeros meses de 2023, 96,5 millones de litros de vino (-31,7%). Se exportaron 44,8 millones de litros menos con respecto al mismo período del año 2022 y de de ese total, 74,5 millones (77,2%) corresponden a vinos fraccionados (-26,8%) y 22 millones (22,8%) son vinos a granel (-44,5%)”, precisaron a través de un informe.
Cosecha de uva
A su vez, el precio promedio del vino total en el acumulado enero-junio es de 3,5 dólares/litro, el cual tuvo una suba del 15,6%.
También se hicieron contabilizaciones para con las exportaciones de mosto concentrado. En todo el año ascienden a 15.949 toneladas, un 61,2% menos en volumen y un 50,3% menos de ingreso de divisas respecto al mismo período del año anterior.
Este producto viene de sufrir un año a puro vértigo con acusaciones de dumping desde Estados Unidos, su principal mercado, y espera por una pronta y ya anunciada normalización.
“UNA TENDENCIA GLOBAL”
Luis Sentinelli es el actual vicepresidente del INV, y le explicó a Infocampo las causas de la caída en las exportaciones de vino.
“Han caído las exportaciones, pero lo cierto es que se caen en el mundo. Hay caídas globales de volumen como en España, Francia, Italia. Y también se da un aumento en los precios, ya hace un año largo”, expresó Sentinelli.
“La general es que aumentaron los costos a causa de la guerra y el impacto en el transporte, y como consecuencia el aumento del producto final. Entonces terminó pasando que se resintió la venta”, graficó.
Sin embargo, introdujo otra variable que en el sector miran de reojo: la caída en el consumo por cuestiones ajenas a lo económico.
“Hay una menor ingesta de productos con alcohol en el mundo, está bajando fuertemente. Está ocurriendo en España, por ejemplo, donde les está sobrando vino en plena cosecha, y están tirando uvas. Tienen las bodegas llenas y no pueden hacer el vino nuevo porque se han quedado con mucho stock”, explicó.
Por ahora la receta española para capear el mal momento es el de mandar vinos a destilación. Y cosechar uvas verdes para no acumular tanto producto a la hora de llevar adelante la cosecha final.
“No sé si fue primero la caída en los precios o el cambio en el hábito de consumo. Pero lo cierto es que eso está sucediendo”, expresó.
LAS CAUSAS EN ARGENTINA
“Argentina en particular tiene inflación, y nosotros también tenemos nuestras debilidades. Pero aquí la principal razón es que tuvimos la cosecha más baja en la historia de nuestra vitivinicultura”, lamentó.
La baja cifra de 14.300.000 quintales de uva afectó a toda la cadena.
“Por eso es que nos quedamos con una baja fuerza exportadora, similar a lo que pasó con la soja. Muchas bodegas están cuidando su stock y están vendiendo los vinos de más alta gama y cuidando sus canales comerciales más rentables y a sus clientes más tradicionales. No hay jolgorio exportador porque también están cuidando el mercado interno, que es muy grande el argentino”, sumó.
¿Cuánto vino toman los argentinos? Se trata de850 millones de litros, contra los 250 que se calcula que van para la exportación.
“Lo tenemos acá, a la mano, y no se cae. Hay que cuidarlo porque le sirven al bodeguero a la hora de poner las cosas arriba de la mesa”, cerró.
Fuente: Infocampo