Con calidad, Entre Ríos se destaca en la cadena lechera
Con alrededor de 800 tambos registrados y un rodeo de 80.000 vacas, se estima que en Entre Ríos se producen 572 millones de litros anuales.
A su vez, la provincia cuenta con 570 productores primarios de leche inscriptos en el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea).
Estos produjeron aproximadamente 400 millones de litros de leche durante el año pasado.
Horacio Jaureguiberry, coordinador provincial de Lechería, destacó la calidad de los lácteos entrerrianos, remarcando que la misma “tuvo su certificado en el último Concurso Nacional de Quesos, Dulce de Leche y Manteca que se realizó en Villa María Córdoba, en el cual tres empresas de las cinco que participaron de Entre Ríos recibieron los primeros puestos en Dulce de Leche Repostero (La Pequeña) y Muzzarella (Lácteos Tonutti) y el tercer puesto en Dulce de Leche Familiar (Estancia Doña Luisa)”.
Asimismo, informó que, con asistencia concreta, como el programa nacional Impulso Tambero, el sector fue acompañado desde el sector público en momentos críticos signados por eventos climáticos. Tal ayuda consistió en cinco pagos mensuales según los litros producidos con topes máximos: los cuatro iniciales de 600.000 pesos y el quinto de 800.000 pesos; o los aportes de Reactivación Productiva Provincial que fueron de un pago de hasta 1.000.000 de pesos según la cantidad de vacas totales.
Por otro lado, las líneas de crédito vigentes con subsidio de tasa son:
-Línea de Inversión Productiva para Empresas y Productores Entrerrianos, a través del Banco Entre Ríos, con montos máximos de 200.000.000 pesos
-Línea de Capital de Trabajo para Empresas y Productores Entrerrianos, a través del Banco Entre Ríos, con montos máximos de 50.000.000 pesos.
-Crear Inversión Federal Pyme, a través del Banco Entre Ríos, con monto máximo 150.000.000 pesos.
-Consejo Federal de Inversiones, para inversiones o capital de trabajo: montos hasta 20.000.000 pesos.
- Emergencia Agropecuaria del Banco Nación para inversiones y capital con Certificado de Emergencia Provincial.
Los productores tamberos fueron afectados por una profunda sequía en todos los departamentos de la provincia, debido a la combinación de estrés calórico y estrés hídrico consecuencia de las altas temperaturas mantenidas por períodos prolongados de tiempo y la falta de precipitaciones. “Dicha contingencia climática afectó la producción de forraje del campo natural y pasturas, principal insumo en la alimentación de la ganadería de cría, recría y tambo”, expresó el coordinador de Lechería.
Agregó a esto que, entre las pérdidas relevadas en la provincia, se detalla la tasa de crecimiento de las pasturas muy baja o nula; o la inexistencia del pico de crecimiento en la producción forrajera a la salida del invierno e inicios de la primavera 2022. “No hay reservas de pasturas; el maíz destinado al consumo animal se perdió y se tuvo que elaborar rollos o silos con el maíz; el costo de elaboración de silos o rollos aumentó y se encarece en lotes de maíz de baja producción de materia seca; la calidad de los silos obtenidos resultó de baja concentración energética como resultado de pocos granos por planta”, explicó.
Actualmente, los consumidores tienen interés en adquirir productos que garanticen calidad tanto en el producto final en sí como en todo su proceso, desde la producción primaria. Para garantizar esta calidad en productos lácteos es necesario implementar buenas prácticas Lecheras, que hacen referencia a una producción de leche sana, segura y amigable con el ambiente, los animales y las personas. “La producción primaria de leche involucra varios aspectos: las vacas y su manejo, el ambiente donde producen y las personas que cumplen distintas funciones para potenciar la producción lechera independientemente del sistema y escala, impactando en toda la cadena láctea (desde la producción primaria, la industria y la comercialización) corresponsables de transformar leche ordeñada y ofrecer al consumidor lácteos con calidad e inocuidad”, precisó Jaureguiberry.
“Es necesario introducir un cambio de paradigma: pasar de sistemas enfocados sólo en la calidad final de la leche a sistemas proactivos basados en el control, el orden y la mejora de procesos, buscando así la excelencia de su eslabón primario, el tambo. Esto sin duda aportará a mejorar la amplia variedad de productos lácteos que produce Entre Ríos, para que sus Pymes sigan creciendo y apostando.
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