Buena parte de la geografía entrerriana recibió lluvias intensas, con muy buenos registros en milímetros en varias zonas.
Las precipitaciones, es cierto, generaron numerosos problemas en algunas ciudades —Paraná, por ejemplo– e inconvenientes por anegamientos en barrios y también calles y rutas.
Para el campo, sin embargo, estas lluvias fueron bienvenidas, especialmente por aquellos que ya sembraron o estar por sembrar trigo. Es que para una buena implantación y el desarrollo de las primeras etapas del cultivo estas lluvias son vitales.
Estas precipitaciones, en consecuencia, contribuyen a consolidar una muy buena recarega de humedad en los perfiles de los suelos de las principales zonas trigueras de la provincia, aunque, seguramente, en algunos lugares mostrarán saturación y hasta anegamientos.
El buen comienzo de la campaña agrícola 2023/24, después de la devastadora sequía que demolió los granos gruesos, está garantizado desde el punto de vista de climático.
Es más: acaso haya productores que, si el bolsillo lo permite, se animarán a aplicar algo más de tecnología con el objetivo de lograr rendimientos más altos.
También festejan estas lluvias, obviamente, los productores ganaderos y tamberos porque les vienen muy bien a las pasturas.
Milimetrajes
De acuerdo a la Red de Centrales Meteorológicas, los registros hasta las 22 de este miércoles son los siguientes:
Paraná 143 mm, Paso de la Arena 192 mm, María Grande 118 mm, Seguí 128 mm, Gobernador Etchevehere 138, Stróbel 109 mm, Isletas 148 mm, Molino Doll 84 mm, Hinojal 116 mm, Pajonal 70 mm, Montoya 120 mm, Tres Bocas 83 mm, Cuchilla 84 mm, Larroque 61 mm, Urdinarrain 31 mm, Gualeguaychú 57 mm, Rincón del Gená 91 mm, Basavilbaso 103 mm, Mansilla 54 mm, Rosario del Tala 52 mm, Altamirano Norte 85 mm, Crucesitas 3ª 109 mm, Mojones Sur 96 mm, Mojones Norte 56 mm, Colón 76 mm, Berduc 67 mm y Villaguay 168 mm.
Fuente: CODIGO CAMPO - Danilo Lima