Por necesidades financieras la siembra de trigo 2023/24 debería poder superar las 7 millones de hectáreas. Sin embargo, con un escenario casi tan seco como el del año 2009, van aumentando las probabilidades de reducción de áreas trigueras en Córdoba, La Pampa, Santa Fe y centro y norte bonaerense. Así lo señaló el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Rosario.
“Si las lluvias de abril hubiesen acompañado al productor con los niveles estadísticos medios, esta primera estimación de trigo posiblemente hubiese reflejado una intención de siembra de más de 7 millones de hectáreas”, señalaron desde la GEA.
Pero agregaron que, tras la extrema falta de agua en los perfiles de suelo que dejó la campaña gruesa 2022/23 y las escasas lluvias registradas en abril de 2023, el potencial de concretar las intenciones de siembra en gran parte de la región pampeana está limitado.
“Se necesitan lluvias que cubran más que una cuarta parte de las necesidades actuales de los suelos de la región pampeana para que la cobertura de área no disminuya respecto de la campaña 2021/22”, agregaron. Por ahora, el escenario de siembra de trgio arranca peor que hace un año atrás y casi tan seco como en el 2009.
Respecto de la soja, con el 54% de avance de cosecha, la GEA realizó nuevos ajustes negativos en soja. De abril a mayo cayó 1,5 millón de toneladas la proyección de producción. De esta manera, habrá un 56% menos de soja de lo que se esperaba producir a principios de la campaña.
Los ajustes negativos siguen efectuándose a medida que avanzan las cosechadoras. La Pampa cayó 3,6 qq/ha en los últimos 30 días. “Las inéditas heladas de febrero, la falta de agua y el calor se van manifestando en la trilla de la soja de primera”, señalaron los técnicos de la Bolsa.
De abril a mayo el rinde nacional cede y cae por debajo de los 18 quintales por hectárea, con 17,5 quintales, el nivel más bajo de los últimos 15 años. La pérdida de área subió de 3,58 millones de hectáreas a 3,64 millones. La producción estimada en mayo está por debajo del registro de la campaña 2008/09.
Los especialistas de la GEA reportaron que en el centro de Buenos Aires, hay productores que están adelantando la cosecha del tardío 3 a 4 meses. Explican que la planta se consumió por el calor y el grano quedó muy chico, por lo que ya se ha secado. Por la necesidad que hay de hacer frente a distintos compromisos, se termina decidiendo la cosecha anticipada. Los rindes confirman los daños, estimándose entre 40 y 50 qq/ha.
Por lo pronto, no se han realizado cambios en los guarismos de abril por lo que se sigue estimando una cosecha maicera de 32 millones de toneladas, 40% menos de lo que se esperaba producir a principios de la campaña.