Esta fue una medida del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en la que obliga a la empresa correntina a destruir más de 300.000 huevos y que causó impacto en Entre Ríos. "Ante esta insensibilidad a hacer arrojar alimentos por una lamentable decisión que este establecimiento Santa Ana ubicada en la provincia de Corrientes tiene que acatar y cumplir. Indigna mucho y es por eso que nos solidarizamos con nuestros colegas correntinos que están en esta situación en el que necesitan que esto se esclarezca y de buena manera que la cosas se hagan como corresponde con la debida responsabilidad desde el lugar de cada uno", resaltan en un comunicado.
A su vez, sostienen que "desde Entre Ríos nos unimos con ellos y también manifestamos que no estamos de acuerdo en hacer tirar alimentos sabiendo que muchos argentinos hoy padecen desnutrición y hambre. Esta decisión indigna profundamente el sentir de cada uno de nosotros".