Un análisis del consultor y productor Néstor Roulet muestra cómo el Estado recauda igual pese a la sequía.
Ingreso del Estado por la soja
Para hacer bien el cálculo, Roulet dividió los planteos del cultivo de soja en dos grupos. El primero en campo alquilado, donde un productor alquila al dueño del campo en quintales fijo (van de 6 a 18 qq/ha según la zona) y hace toda la inversión productiva para luego obtener el resultado. Cabe aclarar que esto representa en el país un 60% de la superficie cultivada de soja.
El otro sistema de siembra es el que hace el dueño del campo, invirtiendo el mismo los costos directos e indirectos y tributando todos los impuestos (Retenciones, al cheque, Ganancias, Bienes Personales, Territorial, Tasa Municipal, Ingresos Bruto).
"El resultado final sería con una recaudación del Estado cercana al 60 % del ingreso de dólares, mientras el productor que sembró (en campo alquilado y propio) tiene una pérdida importante del capital invertido", advierte Roulet.
En campo alquilado, el resultado final es que el Estado se queda con casi el 65 % de los dólares que ingresan por una hectárea de soja mientras el productor que invierte, alquila campo y siembra pierde el 32% de su inversión.
Por otro lado, en campo propio el productor invirtió en su campo 558,87 U$S/ha, de los cuales recupera 525,29 U$S/ha teniendo una pérdida de 33,48 U$S/ha. Esto sin contar el costo oportunidad de la tierra (lo podría haber alquilado y hubiese obtenido 176,36 U$S/ha).
Fuente: Agrofy News