El trigo, lejos del optimismo oficial
Desde el gobierno se hizo correr el mensaje de que el escenario no es tan grave como parece, pero los números de analistas privados no ven mejoría alguna.
Desde el gobierno se hizo correr el mensaje de que el escenario no es tan grave como parece, pero los números de analistas privados no ven mejoría alguna. Nada para festejar.
El tweet del secretario de Agricultura fue toda una sorpresa: "La estimación de trigo para el ciclo 2022/23 alcanzará los 14,9 millones de toneladas, lo cual garantiza tanto el abastecimiento interno como el saldo exportable para que los privados cumplan con sus compromisos". El propio Massa habló de un escenario "mucho mejor de lo esperado, una gran noticia para los argentinos", en lo que parece ser un mensaje para esa porción de la población, mayoritaria claro, que no tiene idea sobre el presente del cereal.
En principio hay claramente una picardía por parte de ambos, ya que incluyen las existencias previas sin la más mínima mención al respecto. En segundo lugar, los 13.3 millones de toneladas que corresponderían estrictamente a la producción del año aparecen por encima de las estimaciones que vienen manejando las Bolsas de Rosario (11.5 M tn) y de Buenos Aires (12.4 M tn), e incluso el USDA o los privados de Estados Unidos, más cerca de los 12-12.5 millones de toneladas.
Como fuere, el optimismo de los funcionarios no parece respaldado por la realidad, menos que menos cuando las exportaciones según la visión oficial no lograrían superar los 5 millones de toneladas, más del 60% por debajo de la campaña previa. Los comentarios no llegan a contagiar optimismo al sector productivo, preocupado por pagar las cuentas sin los ingresos del trigo, en medio de la prorroga de embarques por 360 días y la no obligatoriedad de cumplimiento de los contratos forward. Un desajuste innecesario a la luz de las manifestaciones oficiales.
La Bolsa de Comercio de Rosario va a contramano de la confianza de Massa y sus funcionarios. Advierte que el derrumbe de las ventas externas de trigo argentino implicará una pérdida de divisas próxima a los 3800 millones de dólares. Por su parte, GEA/BCR prevé el rinde más bajo desde el ciclo 2008/09. Con ello, la proyección de exportaciones se ajusta a sólo 6 millones de toneladas, en tanto la molienda caería a 5,5 millones, la más pobre en 5 años. La producción proyectada para esta campaña representa la mitad del volumen generado en el ciclo anterior y es a su vez la más baja desde el ciclo 2014/15.La BCR cree que este escenario obviamente le restará competitividad al sector exportador, que encontrará dificultades para colocar embarques por fuera del tradicional mercado regional. Con una previsión de exportaciones de 6 millones de toneladas, y negocios de venta al exterior (DJVE) por 8,9 millones, se estima que el sector hará uso de la posibilidad de rolar embarques a la campaña siguiente, unos 3 millones de toneladas que se completarán con grano de la producción 2023/24. Es difícil ver de qué modo puede considerarse "garantizado el saldo exportable para que los privados cumplan con sus compromisos". Los precios del trigo reflejan desde luego un escenario que tiene poco de tranquilizador.
Brasil conoce esta realidad y sigue buscando sustitutos para el trigo argentino. Así, los ingresos desde Rusia podrían alcanzar un nuevo récord de 240.000 toneladas al final del año comercial. Los rusos volverían a colocar trigo en Brasil después de muchos años. Desde Abitrigo destacan que, para Brasil, el trigo ruso cuesta hoy por hoy menos que el trigo argentino. Canadá es el otro que aspira a aprovechar el hueco que dejaría la Argentina. Todos se anotan.
Un tema que desvela a los vecinos pasa por la cuota de importación de trigo de Brasil en virtud del acuerdo de libre comercio del Mercosur. El país puede traer un máximo de 750.000 toneladas/año de trigo libre de arancel de países fuera del bloque. Y ese número puede quedarse corto.
Fin de la historia. La búsqueda resultó infructuosa. Fuera de la esfera oficial no aparecen datos que alivien la situación de los productores, los exportadores, la molinería o quien quiera considerarse. Pero sobre todo no hay buenas noticias para las cuentas del país, que necesitan del agro como el pan nuestro de cada día.
Fuente: Agritotal