Región Centro: retenciones generan una caída del 20%
El presidente de la Fundación Apertura, Esteban Hernández, habló de la estimación realizada sobre el impacto de los derechos de exportación en el país y puntualmente en las economías de las provincias que conforman la Región Centro.
La eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias “podría generar un crecimiento adicional del Producto Bruto Interno (PBI) del 3% anual de mínima”, más del incremento promedio de la economía de la Argentina en los últimos cincuenta años. Así lo consideró el presidente de la Fundación Apertura, Esteban Hernández, un espacio que realizó una estimación sobre el impacto de los derechos de exportación en el país y puntualmente en las economías de las provincias que conforman la Región Centro.
Con esos datos, el especialista presentó una propuesta de proyecto de ley al Ejecutivo nacional, con la intención de poner en discusión el aporte de este gravamen sobre la actividad económica argentina y consideró “lamentable” que “los dirigentes políticos de nuestras provincias no hayan encargado una medición del efecto recesivo” que producen las retenciones al agro.
A priori, Hernández consideró que la economía de las provincias de la Región Centro, “sufre el impacto de las retenciones agropecuarias que son un sobreimpuesto que pagan los productores agropecuarios, especialmente del área pampeana”.
“Algunas estimaciones calculan que las retenciones están generando una caída anual de la actividad económica de las provincias de la Región Centro de un 20%”, argumentó Hernández y planteó que eso “está afectando en forma integral al interior de la actividad en la inversión privada, el empleo, el consumo, la pobreza, la indigencia, la recaudación de fondos propios de las arcas provinciales y de los municipios y comunas”.
Hernández planteó que analizar la carga tributaria y el esquema de recursos con los que cuenta tanto el país como la provincia son claves para abordar temas tan urgentes como los niveles de pobreza e indigencia, que “muestran valores crecientes en las provincias de la Región Centro”.
En ese marco, Hernández detalló que en 2020, el monto de las retenciones agropecuarias fue de alrededor de 7.500 millones de dólares, y que diversos estudios oficiales y profesionales “permiten afirmar que la economía agroindustrial genera el 25% del PBI nacional”.
De modo que “si eliminamos las retenciones, según diversos análisis de profesionales muy respetados, estimamos podría producirse un crecimiento adicional de la producción primaria del 30% y esto empujaría en forma inmediata, al resto de los eslabones del complejo agroindustrial que hoy tienen capacidad instalada ociosa”, dijo.
Así, “el salto de la producción agroindustrial de un 30% anual, impactaría en un crecimiento de 7,5% el PBI”, agregó, dado el aporte del 25% del PBI del sector agroindustrial.
Si el cálculo es menos ambicioso, y considera un salto de la producción agroindustrial de un 20% anual, el impacto en el crecimiento del PBI sería de 5 puntos. Y si la producción del sector agroindustrial crece un 12%, considerando que el sector es el 25% de la economía nacional, esto genera un incremento del 12% sobre 25%, lo que da un 3% de crecimiento del PBI nacional”, planteó.
Cubrir el bache fiscal
La clave a la hora de plantear cambios en el esquema fiscal es la forma en la cual el Estado puede reemplazar esos ingresos. Ante eso, Hernández indicó que según el proyecto de presupuesto del 2022 que fue rechazado en el Congreso de la Nación se estimaba recaudar alrededor de 1 billón de pesos este año por retenciones al agro. Para cubrir ese bache fiscal planteó varias fuentes.
Por un lado, vía crecimiento adicional del 3% del PBI que se lograría con la eliminación de las retenciones y “generaría un aumento de recaudación de 1% del PBI, casi la mitad de la recaudación de retenciones”, dijo.
Por otro lado, la eliminación de este tributo “hará subir la ganancia del agro y la recaudación del impuesto a las ganancias en un 30% del monto de las retenciones estimadas”, agregó que significaría el 0,65% del PBI.
“Este impuesto además llegará por la ley de coparticipación a las provincias”, agregó Hernández. Además, planteó que representaría “un aumento del empleo”.
“No está tan claro cuánto empleo se genera en el sector agroindustrial, pero estimaciones muy moderadas hablan de alrededor de 2.500.000 de empleos”, dijo y “si la producción aumenta un 30% el incremento teórico directo sería de 750.000 empleos”. Si en cambio, el cálculo fuera más moderado y se ubicará en 300.000 empleos en toda la cadena “esto permitirá un ahorro en planes sociales de alrededor de 60.000 a 80.000 millones de pesos”, dijo.
Propuso cubrir el bache fiscal “suspendiendo por 3 años el régimen de promoción Industrial de Tierra del Fuego que permitiría recuperar 220.000 millones de pesos y daría margen para subsidiar los 8.000 empleos directos que generan las 6 ensambladoras activas en esta región”.
Esteban Hernández elaboró una propuesta de proyecto de ley que envió al Ejecutivo. En el mismo propone que se fije la alícuota del derecho de exportación para todos los productos y servicios en cero. En el mismo estipula la derogación de los artículos 664 ,755 y 756 de la ley 22.415 de código aduanero. En su tercer artículo plantea que los derechos de exportación son un impuesto. Su tratamiento es facultad privativa del Congreso Nacional.
Fuente: AgroClave