Con precios internacionales bajos, se encienden alarmas
La subasta internacional mostró un nuevo retroceso, mientras que el Gobierno sigue demorando pagos; un problema de la política que debería resolverse con una determinación más racional
Este martes se cumplió con el evento 306 del Global Dairy Trade, que marca el ritmo de los precios internacionales de los lácteos.
En lo que fue la tercera baja consecutiva, el promedio quedó -3,6 por ciento abajo que hace dos semanas, promediando en 4.855 dólares, de acuerdo a una venta de 22.179 toneladas que quedaron en manos de 115 oferentes en 2:19 horas de actividad.
Con una demanda China que viene en baja, mucho más complicada con la continuidad de los confinamientos por la irrupción de una nueva cepa de Covid-19, la irregularidad del mercado se está afianzando en los últimos dos meses, luego de haberse conseguido cifras históricas en los valores de los lácteos. De esta forma, los precios actuales vuelven a parámetros del pasado mes de febrero y levemente por debajo de los precios de abril de 2013, que habían sido los últimos más altos, luego de las cotizaciones recientes del 1° de marzo con 1.593 puntos en el índice del Global Dairy Trade.
Sin ofertas de manteca en polvo, ni de suero dulce en polvo, no hubo productos que puedan subir su valor. El queso cheddar bajó -3,9 por ciento (6.185 dólares por tonelada), la manteca cayó -3,7 por ciento (U$S 6.640), para la lactosa la merma fue de -2,4 por ciento (U$S 1.565); y la grasa anhídrida de leche quedó en 6.802 dólares por la contracción del -1,3 por ciento.
Finalmente, la nota la dieron las leches en polvo, porque en algo que también es histórico se sostiene desde hace dos semanas un precio más elevado para la descremada, que a pesar de caer 4,2 por ciento para sostenerse en 4.408 dólares por tonelada, sigue estando más elevado el precio de la entera. El commodity por excelencia del sector cerró esta subasta del formato virtual de Fonterra con 4,4 por ciento de contracción en la tercera baja consecutiva. La tonelada de Leche Entera en Polvo cerró en 4.207 dólares, lejos de los 4.757 del pasado 1° de marzo.
¿Y los reintegros?
Cabe destacar que los negocios que desde Argentina hacen las industrias para las exportaciones no están por encima de los cuatro mil dólares por tonelada, con lo cual la renta está más recortada que lo que suponen muchos y lo único inesperado es la inestabilidad de los mercados internacionales, donde la demanda es la que conduce la fluctuación.
En Argentina, estos valores globales no llegan de tal forma. Si bien orientan, se venden los productos por debajo de esa referencia y a ello hay que restarles las retenciones, aunque luego se intenten compensar con un porcentaje de devolución.
En el contexto actual, con los precios internacionales vigentes, desde el sector lechero no le encuentran mucho sentido al hecho de sostener los reintegros a las exportaciones, junto con el cobro de derechos de exportación.
Algunos se animan a decir que hay que sacar los reintegros y generar un equilibrio, para darle más rentabilidad en la cadena, alivianando las diferencias entre producción e industria, que muchas tienen relación con este tipo de medidas de corte politico y económico que proponen los Ejecutivos.
Los reintegros tienen demoras de meses en su pago, el gobierno nacional acumula una deuda en dólares que por lo general la termina pagando apurado a fin de año y es en definitiva un pasivo que se auto inflige el Estado y en la moneda más compleja, que son los dólares.
Una más de las incoherencias en las definiciones políticas es cobrar un impuesto y devolver luego una parte de eso mismo.
Respecto a los derechos de exportación, desde algun sector industrial se viene pensando en la idea de unificar estas quitas que hace la Nación, que hoy están fijadas en 4,5 por ciento para los quesos, mientras que la leche en polvo tributa nueve por ciento, siendo el producto de mayor volumen en el aporte de ventas al exterior.
La suba de exportaciones es algo en lo que el Gobierno se regodeó en los dos últimos años, rozando en 2021 las 400 mil toneladas de producto, con lo cual tuvieron beneficios de “renta inesperada” por mayor recaudación.
Con un total exportado por 1.342 millones dólares, por toda la cartera de lácteos argentinos que llegan a diferentes destinos, se aplican reintegros a 16 productos puntuales, siendo el más elevado en cinco por ciento para los productos confidenciales, seguido por el derivado de suero 3,50 por ciento, los derivados de leche 3,25%, 2,50 por ciento en los quesos, 1,25 por ciento para las leches en polvo; y finalmente la manteca con el 0,50 por ciento.
Es así que el Gobierno le significó algo más de 24 millones de dólares para el año anterior, que se pesifica al momento del pago y que se cumple en entregas estimadas en una o dos veces por año. En un contexto de sangría en las reservas, es una obligación difícil de cumplir, sobre todo porque se pisan los negocios, se restringen los precios internos y las posibilidades de nuevas inversiones entre tanta inestabilidad.
Quizá la solución para no tener que sacar dólares del Banco Central sea adecuar las retenciones, para emparejar ese pago por reintegros, pero puede que estemos sugiriendo cambios demasiados trascenentes en un contexto político de atornillar medidas que no generan buenos resultados.
Fuente: Agrofy News