“La Niña”, su impacto comenzaría a partir de octubre
Sigue en progreso la probabilidad de que empiecen a escasear las lluvias en diferentes zonas. La gravedad del problema se acentúa sobre el oeste y norte del país.
Ya no quedan dudas que el semestre cálido estará caracterizado por el impacto de La Niña. Ahora, solo resta planificar y ejecutar una estrategia productiva adaptada a precipitaciones que estén por debajo del promedio en algunas regiones.
“Hace tres meses, anticipábamos la posible reaparición en primavera de un nuevo evento Niña. Hoy es realidad: en su último informe la NOAA -Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos-, organismo que monitorea el comportamiento del océano Pacifico, aumentó la probabilidad de una nueva “Niña” por tercera vez consecutiva“, dice el analista de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alfredo Elorriaga.
De esta forma, pasó de una probabilidad del 70% a un 80% a partir del mes próximo.
Elorriaga junto con el Dr. José Luis Aiello, también de la Bolsa, también analizaban, por entonces, la compensación de las lluvias que se vería con anterioridad a La Niña.
“Los mecanismos regionales que se mantiene con la temperatura superficial del Atlántico han actuado muy efectivamente. La dinámica pluvial desde el inicio de septiembre es una muestra de esta influencia positiva”, afirma Aiello.
Océano Atlántico
Las lluvias de los primeros 10 días de setiembre han dejado acumulados que llegan a triplicar los valores estadísticos de ese período.
De esta forma, el Océano Atlántico vuelve a ser el gran aliado de las provincias que están en el este del país. Pero Aiello advierte que, las falta de lluvias “puede haber un grave problema en el norte y oeste del país. El NOA, Córdoba y la franja oeste de Santa Fe muestran condiciones hídricas de escasez a sequía”.
Esto no es todo ya que hay otra variable que podría volverse muy importante en los próximos meses: “La actual sequía que afecta al sur de Brasil y la intensa deforestación ocurrida en el Amazonia hace unos años pueden alterar los flujos de humedad que ingresan a la región pampeana durante la campaña gruesa”.
Fuente: Infocampo