Las exportaciones se recuperarán durante el 2021
Para la consultora Ecolatina, será sostenida por el aumento de los precios internacionales y la creciente demanda de nuestros principales compradores.
Para la consultora Ecolatina, en 2021 habrá una recuperación de las exportaciones, sostenida por el aumento de los precios internacionales y la creciente demanda de nuestros principales compradores. La baja base de comparación de 2020 también ayudará.
En tanto, alertan por un adecuado uso de los recursos para "cuando cambien estos términos favorables".
En criollo, no gastar a cuenta.
En 2020, la pandemia por Covid- 19 afectó gravemente el comercio mundial, golpeando nuestras exportaciones de bienes. Las ventas argentinas al exterior alcanzaron valores mínimos desde el 2006, y cayeron 16% respecto al 2019. El deterioro fue generalizado, con la mayoría de los sectores en rojo, aunque con algunas excepciones como los complejos maiceros, lácteos y maniceros.
Aumento exportador Para Ecolatina, "un importante motor de nuestras ventas al exterior este año será la mayor demanda de nuestros socios comerciales".
"La proyección de crecimiento global de nuestros principales compradores supera el 5%, alentando la demanda de productos argentinos", destacan los especialistas. Un ejemplo es el de nuestro principal comprador de productos industriales, Brasil, ya que la economía de ese país crecería 3,5% durante todo 2021.
El año pasado, el rubro manufacturero tuvo una caída de 28% interanual de sus cantidades exportadas.
Sin embargo, en lo que va de 2021 este sector aumentó 14% sus ventas en volúmenes, si se las compara con el mismo período del año pasado. En particular, el complejo automotriz, principal segmento de exportación con destino a Brasil, redujo sus ventas 40% en 2020 respecto a 2019 y está recuperándose a un ritmo acelerado en la actualidad (+47% anual).
Por otra parte, "la mayor demanda internacional también alentará la venta de productos de origen agrícola", aseguró la consultora en su informe. China, el mayor comprador de soja y sus derivados, fue uno de los pocos países que evadió la recesión el año pasado (creció algo más de 2%) y su economía treparía más de 8% en 2021. "De la mano de su actividad económica, sus compras con origen argentino seguirían en ascenso", estimó la consultora.
"Como resultado, el complejo sojero, que redujo sus ventas 12% en el 2020, aumentaría su volumen exportado en el 2021. También esperamos que el consumo mundial de trigo, aceite de girasol y maíz crezca, fortaleciendo nuestros envíos al exterior", proyectó Ecolatina.
Según explicó la consultora en su reporte, las ventas de productos primarios y manufacturas agrícolas no solo crecerán en volumen, sino también lo harían por la suba de precios de los commodities. Este proceso, que comenzó a finales del año pasado, llevó a la tonelada de soja a cotizar por encima de los US$ 580, valor que no alcanzaba desde 2013. En simultáneo, el maíz y el trigo también alcanzaron sus mayores precios desde 2013 y 2014, respectivamente (estos cultivos muestran sus puntos más altos desde 2014 y 2015).
Más divisas Así, el aumento de las ventas al exterior por estas dos vías está apuntalando el ingreso de divisas a nuestro país, permitiendo al BCRA comprar dólares en el mercado oficial (ayudado, es cierto, por las restricciones a la compra de minoristas y empresas) y acumular reservas netas. "En lo que va del año, las reservas netas aumentaron casi US$ 2.500 millones, impulsadas también por la estacionalidad positiva que deja la salida de la cosecha gruesa, saltando 50% respecto a los valores críticos del cierre de 2020", detalló Ecolatina.
En tanto, los especialistas proyectaron que la suba de exportaciones permitirá que las importaciones se recuperen más de 20% anual y el superávit externo se mantenga en los mismos niveles que el año pasado, alrededor de US$ 12.000 millones.
Además, dependiendo de si se posterga el pago al Club de París y el FMI, esto podría incrementar significativamente las reservas internacionales de la autoridad monetaria.
Por último, los ingresos fiscales se verán impulsados por las retenciones, agregando un punto porcentual del PIB adicional respecto al año pasado (los derechos de exportación pasarían de 1,4% del PIB en 2020 a 2,4% en 2021). "Aunque todas parecieran buenas noticias por el lado externo, corresponde agregar cierta cautela sobre la situación", advirtió Ecolatina.
En principio, la recuperación global que está mejorando la demanda y, en consecuencia, las reservas, tiene un carácter estructural.
Mientras tanto, las mejoras de los términos de intercambio (así como sus reducciones) suelen ser temporales y revertirse pasado un tiempo.
"Por este motivo, una política óptima sería tomar a los ingresos transitorios como tales, y ahorrar una parte de estos", subrayó la consultora.
En este caso, cuando los precios sean menos favorables y el ingreso de divisas comerciales se reduzca, podrían utilizarse estas reservas acumuladas para paliar la pérdida transitoria de recursos.
Por el contrario, utilizar todos los dólares disponibles para apreciar el tipo de cambio generaría una mejora efímera de la actividad económica y el consumo, pero nos dejaría en una situación de vulnerabilidad posterior, "cuando los commodities vuelvan a su normalidad y la situación nos encuentre, como tantas otras veces, con escasas reservas", alertaron.
Proyecciones Ecolatina consideró que, hasta ahora, la postura del Gobierno a este respecto oscila entre el ahorro (conteniendo el déficit fiscal y la emisión monetaria) y la utilización de estos dólares (deslizando el tipo de cambio muy por debajo de la inflación). Una situación muy similar ocurre con el desembolso extraordinario de DEGs por parte del FMI, que llegarían en la segunda mitad de este año.
Mientras que una fracción de la coalición gobernante pretende utilizarlos para acumular reservas o desendeudar al Sector Público, otro sector pretende gastar esta "lluvia de divisas" en erogaciones corrientes, "lo que sería bastante menos sostenible y recomendable según los libros de economía", afirmaron
Luego de tres años en rojo, y en pleno proceso electoral, la tentación por apreciar el tipo de cambio para mejorar los ingresos reales es fuerte. Sin embargo, acumular divisas sería una buena forma de aprovechar las ventajas temporarias sin descuidar el largo plazo", concluyó Ecolatina.
Fuente: El Economista