Nació Confiar: el Consejo Foresto Industrial Argentino
En la nueva entidad confluyen AFoA, la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel, Asora y Faima. Los presidentes de éstas entidades cuentan los objetivos.
La Asociación Forestal Argentina (AFoA), la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel, de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (Asora) y Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) presentaron oficialmente al Consejo Foresto Industrial Argentino, Confiar, la nueva entidad en la cual confluirán las 4 anteriores .
“Se trata del agrupamiento de las cuatro entidades gremiales empresarias, cuyo objetivo principal es actuar en forma conjunta en temas sectoriales en representación de toda la cadena de la foresto-industria”, afirmaron.
El sector foresto industrial argentino agrupa un patrimonio de 1,3 millón de hectáreas de plantaciones forestales; 53 millones de hectáreas de bosques nativos; exportaciones por US$ 550 millones; 100.000 empleos directos; y 6.000 pequeñas y medianas empresas de distinto nivel de transformación de la madera.
Confiar “tiene como objetivo clarificar la actividad del sector en cada etapa de la cadena industrial, derribando mitos e informando a la sociedad sobre el círculo virtuoso del uso sustentable del árbol”.
“Desde el procesamiento de la celulosa para fabricar papel, en la madera para construcción y muebles, en la generación de energía alternativa en base a biomasa forestal, fibras textiles y en todos los desarrollos incipientes en biorrefinerías, aplicaciones textiles y nanotecnología, entre otras”, destacaron las entidades en un comunicado.
Las entidades que se unen en Confiar lideraron el Plan Estratégico 2030 con amplia participación público-privada, que muestra la posibilidad de atraer US$ 7.000 millones en inversiones, la creación potencial de 186.000 empleos, con el aumento de las exportaciones en US$ 2.600 millones.
Declaraciones
Los presidentes de las cuatro entidades detallaron por qué es importante para cada una de las instituciones trabajar en forma conjunta en el marco de Confiar.
El presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA), Osvaldo Vassallo, destacó que “como forestales sabemos que para llegar a ese árbol perfecto – que será contribución al bienestar de las personas, como vivienda, mueble o libro – se necesita tiempo, cuidados, esmeros… El resultado que estamos viendo ahora, en donde los representantes de la cadena de valor forestal se unen para tener más fuerza para representar el sector es eso. El resultado de muchos años de trabajo conjunto que generó la confianza de que podemos – y debemos – articularnos para cumplir los objetivos del sector. Somos ramas de un mismo árbol y son más los intereses que nos unen a aquellos que, circunstancialmente, pueden hacernos tener una mirada divergente”.
“Nuestra experiencia previa en la participación en las mesas de competitividad y la elaboración del Plan Estratégico Foresto-Industrial 2030 nos mostraron que una mirada amplia de la cadena productiva forestal agrega valor y fuerza. Sin madera no hay industrias, sin agregado de valor, no hay crecimiento de plantaciones ni bosques como fuente de arraigo y empleo. Por todo esto, este paso es imprescindible para atender los múltiples desafíos que nos toca en un mundo cada vez más incierto, pero en el cual el sector foresto-industrial es un protagonista indiscutible por su aporte a una bioeconomía sustentable. Es nuestra responsabilidad utilizar el diálogo para avanzar en una agenda compleja. Para cerrar y parafraseando al Talmud, podemos decir, si no somos nosotros, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?”, finalizó Vassallo.
Por su parte, Claudio Terrés, presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (Afcp), expresó: “Somos un sector con una cadena de valor con alto potencial de crecimiento por condiciones naturales, pero con dificultades estructurales. Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. Por eso, es necesario fortalecer a todos sus eslabones. El desafío es generar las condiciones para atraer inversiones de alto valor, que potencien el desarrollo de las economías regionales, aumenten las exportaciones y mejoren la balanza comercial del sector. El compromiso es hacerlo a través de una gestión sustentable, en donde la forestación contribuye a la mitigación del cambio climático y la reciclabilidad potencia la Economía Circular”.
Román Queiroz, presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), sostuvo: “Toda la cadena de valor desde la forestación hasta el mueble tiene un enorme potencial con una capilaridad que llega a todos los rincones del país. Es un eje central que permite reactivar economías regionales, expandir el consumo mientras se piensa en el mercado externo. Nuestro trabajo como empresarios industriales no se limita a nuestro saber hacer del día a día dentro de la fábrica. Somos creadores de empleo, somos creadores de marca país, somos nuestras horas en las asociaciones y federaciones, donde buscamos destapar el potencial para un país cada vez más grande e inclusivo. Ya nos hemos trazado un norte en nuestro Plan Estratégico Foresto Industrial Argentina 2030, que reunió a eslabones distintos y hasta con intereses de corto plazo contradictorios dentro de la misma cadena de valor. No obstante, lo hicimos juntos, discutiendo, debatiendo, trabajando. Esa experiencia, ese ejercicio y aprendizaje es parte de la semilla de Confiar que debemos llevar a los espacios que cultivarán los consensos en Argentina. Tenemos todo para recuperar ese dinamismo necesario para crecer. Necesitamos darle centralidad a la confianza entre los actores de toda la cadena para potenciar nuestro trabajo y defender nuestros objetivos”.
Osvaldo Kovalchuk, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (Asora), destacó: “Durante la próxima década la actividad foresto industrial se verá influenciada decisivamente por el creciente protagonismo en la sociedad de los temas medioambientales. En este contexto, la industria deberá dar respuestas a las nuevas exigencias de un mercado donde los consumidores y la tecnología jugarán un rol fundamental en las líneas de negocios que se perfilan como dominantes en el mediano y largo plazo. La tecnología 4.0 comienza a marcar el rumbo que tomarán en el futuro las industrias y la cadena de valor de la madera no podrá estar ajena. La organización de los medios de producción en torno a una fabricación interconectada que pueda adaptarse con mayor flexibilidad y velocidad a las exigencias de la demanda, nos ponen, a juicio de los expertos, ante una nueva revolución industrial sin importar en esto el tamaño de las empresas. Es una evolución que no puede ignorarse, pero para formar parte de ella las pymes deben contar con los recursos económicos necesarios. Queda claro entonces que en el futuro nada será fácil, pero las pymes quieren seguir de pie produciendo y dando empleo. Estamos convencidos de que trabajando juntos con objetivos en común, en el futuro cuando se hable de foresto industria la palabra “potencialidad” se reemplazará definitivamente por “realidad”.
En el cierre, los representantes de las organizaciones brindaron junto a los participantes por el cierre del año e informaron que en los próximos meses se continuará definiendo la agenda de trabajo y el plan de acción de Confiar, que serán difundidos en marzo.
Fuente: Noticias AgroPecuarias