Cómo hacer remolacha, un cultivo ideal para sembrar en abril
Es bastante sencillo para aquellos que desean iniciarse en estas prácticas en la huerta del hogar. Las claves para obtener un buen rendimiento.
La remolacha (Beta Vulgaris) es un cultivo que se puede realizar en casi todo el año, aunque el mejor momento para sembrarla es durante el mes de abril ya que crece mejor en clima templado y húmedo. La temperatura ideal de cultivo es de entre 10º y 24º, sin embargo, se adapta muy bien al calor y puede llegar a resistir algunas heladas.
Se trata de un cultivo que generalmente necesita pocos cuidados y eso lo vuelve bastante sencillo para aquellos que se inician en la huerta.
El especialista en huertas, Tony Frito, explica algunas prácticas para realizar esta especie que, en aproximadamente en tres meses desde la siembra, se podrá empezar a cosechar en el hogar.
LAS CLAVES PARA EL MANEJO
Antes de iniciar el cultivo, se recomienda poner a embeber las semillas mientras se hace la preparación del suelo para estimular la germinación temprana y tener al total de las plantas emergidas al cabo de 10 a 15 días desde la siembra.
Un aspecto muy importante para la preparación del cultivo es el tipo de suelo. Al ser un cultivo de raíz, requiere tierra suelta para un buen engrosamiento de este órgano y así evitar deformaciones. Por otro lado, al igual que la mayoría de los cultivos de raíz, no se adapta bien a los suelos arcillosos, y necesita de un suelo buen provisto de nutrientes, en especial, de potasio. Para enriquecerlo, se puede agregar ceniza y humus de lombriz.
Normalmente esta hortaliza se cultiva a pleno sol, aunque también acepta semi sombra, lo que permite que se pueda realizar en huertas que tienen unas horas de radiación alternadas por un rato de sombra.
Respecto a la forma de siembra, se suele hacer siembra directa. Para eso, se preparan los surcos en forma de línea con dos centímetros de profundidad y se recomienda una distancia entre plantas de 20 centímetros con una separación entre líneas de mínimo 30 a 40 centímetros.
Al igual que otras especies como la acelga, las semillas están contenidas dentro del fruto, llamado glomérulo, de donde brotarán luego dos o tres plantas. Durante la emergencia del cultivo, se debe elegir una planta para que continúe su crecimiento y cortar manualmente las otras a que brotaron del mismo fruto, con el criterio de eliminar las que se hallen más juntas.
En relación al riego, este cultivo necesita buena provisión de agua, y la mejor manera de aplicarla es con buena frecuencia y de forma abundante (según la época del año), con especial cuidado de evitar encharcamientos prolongados porque pueden pudrir la raíz. Por otro lado, un riego escaso y suelos muy secos puede hacer que se raje la remolacha.
Como ventaja, es un cultivo que se asocia perfectamente con lechugas, cebollas, coles, guisantes, pepinos, puerros, ajos, nabos. Cabe remarcar que se debe evitar sembrarla asociada a cultivos de su misma familia como espinacas y acelgas.
PRÁCTICAS DE CONTROL DE MALEZAS
Según el Instituto Nicaraguense de Tecnología Agropecuaria (INTA) importante mantener el cultivo limpio durante todo su ciclo, y para eso, propone los siguientes métodos para el control de malezas:
-Manual entre las hileras: mediante uso de una pala pequeña, de forma de intentar no dañar las plantas ni las raíces.
-Manual en la línea con un cuchillo o elemento cortante.
-Control químico como última opción. Para este método, usar aquellos productos de banda verde que son menos perjudiciales para el ambiente y la salud humana.
Como se mencionó anteriormente, al cabo de tres meses desde la implantación del cultivo se podrán comenzar a cosechar los primeros ejemplares de estas hortalizas. La mejor forma de efectuarlo en la huerta, es juntar manualmente todas sus hojas y descalzar la planta completamente.
Fuente: Infocampo