Razones por las que la soja podría llegar a 500 dol/tn
Entre marzo y diciembre, la cotización de la oleaginosa subió en 140 dol impulsada por una fuerte demanda china, el escenario económico internacional y el clima seco en Brasil y Argentina.
La soja empezó a cerrar el año con precios récord, impulsados por el clima seco en América del Sur, la mayor demanda china y la previsión de menores stocks para la próxima campaña, entre los principales factores.
En los primeros meses del año, el escenario para este cultivo indicaba una gran producción en Estados Unidos, uno de los principales jugadores junto a Brasil y Argentina, situación que sumada al conflicto comercial entre chinos y norteamericanos, generó una tendencia bajista en las pizarras de Chicago.
En materia de precios, y tras 7 jornadas consecutivas de valores en alza, la oleaginosa cerró este lunes en la pizarra de Chicago con una caída de 3,03 dólares y la posición Enero 21 cotizó a 461,23 dólares la tonelada.
De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, las razones de este recorte radican sobre todo en el avance de las conversaciones en Argentina para llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto sindical, lo que trajo “un alivio sobre las preocupaciones respecto de la oferta global y ejercieron presión sobre los precios”, de acuerdo a la entidad bursátil.
En el último trimestre de 2020, el panorama del negocio para este cultivo dio un giro de 180 grados y el valor de la oleaginosa superó la barrera de los 460 dól/tn, el mejor registro desde mediados de 2014. En este contexto, los 500 dól/tn –impensable en el comienzo del año- son una posibilidad concreta.
En diálogo con BAE Negocios, el consultor Sebastián Salvaro, de AZ Group, agrupó en tres factores centrales las razones para entender el incremento en la cotización del cultivo, que entre marzo y diciembre registró una suba de 140 dólares.
En este sentido, el especialista destacó que además de las cuestiones propias de la oferta y demanda, este aumento se explica en variables financieras y la falta de agua en Brasil y Argentina, los otros dos players que definen el volumen mundial de soja.
Salvaro señaló que a principios de año, las predicciones de cosecha y stocks en Estados Unidos eran elevadas, situación que sumado al prolongado conflicto comercial entre chinos y norteamericanos hacían prever un alto volumen de producción y exportaciones restringidas, un combo bajista para la soja.
A mitad de año, y con la pandemia golpeando a la economía mundial, el escenario cambió. Por un lado, las predicciones de crecimiento del PBI chino pasaron a ser favorables, el conflicto comercial entre las dos potencias había bajado sus decibeles y la cosecha norteamericana no fue buena. “
China empezó a convertirse en la aspiradora de soja, le compró mucho a Estados Unidos cuando el clima dejó de acompañar y ahí empiezan a aparecer los datos alcistas”, sostuvo.
En segundo término, el combustible que impulsó esta suba se debe buscar por el lado del sector financiero. En un año convulsionado en materia económica, Salvaro señaló que las políticas fiscales y monetarias expansivas aplicadas a nivel global se reflejaron en un exceso de liquidez, con baja de tasas. “En este escenario, el resguardo en comoditties por parte de los fondos de inversión ha sido una salida habitual”, remarcó. Además, sumó otro factor que presionará a los precios al alza: “Estamos transitando esta expectativa posible de esta nueva cepa de Covid-19, que puede llegar a generar algunas distorsiones en el comercio internacional”.
El tercer factor de peso en esta ecuación radica en el clima seco en América Latina. En el último trimestre del año, tanto Brasil como Argentina transitaron un inicio de campaña gruesa con un severo déficit hídrico, que podría extenderse a enero y febrero, período crítico en el desarrollo de soja, maíz, girasol y sorgo. “Esto da fortaleza a los precios, más allá de los derechos de exportación”, agregó.
Fuente: BAE Negocios