Apicultura: Falta lluvia y calor
Se inicia un nuevo tiempo de cosecha con buenas expectativas por el precio, pero mucha preocupación por el factor climático.
Una nueva temporada se está desarrollando en todo lo ancho y largo de nuestro extenso país y con las debidas diferencias por lo vasto del territorio, sin embargo, hay un denominador común: la falta de agua. El monte en general viene lindo, aunque hace falta calor y en la pradera hay mucha sequía.
La cosecha de citrus que se realiza en los meses de octubre y noviembre, es decir en primavera, en Tucumán se ha visto afectada. En esta provincia predominan las mieles claras, de azahar, debido a las grandes extensiones de cultivos cítricos como limón, naranja y mandarina
La prolongada sequía que se ha presentado este año ha afectado también a los productores apícolas debido a que la floración se ha demorado en aparecer y lo hecho en una cantidad muy disminuida. En el caso de la miel de citrus, estos cultivos han florecido escasamente y, al estar tan secos, la flor tiende a caer de la planta con rapidez por lo que la abeja no puede libar el néctar que luego traslada a la colmena para transformarlo en miel, esto llevará a que la cosecha sea menor este año.
En lo que respecta a la calidad, el producto, no se ha visto afectada, ya que el factor que determina la cosecha es el porcentaje de humedad en la miel que debe ser de un 20%.
También se ha visto afectada fue la producción de material vivo: celdas y núcleos, por lo que los cabañeros difícilmente podrán cumplir con sus compromisos de entrega. Muchos decidieron moverse al monte a tratar de “sacar algo”.
En Catamarca, al límite con Santiago del Estero, anduvo muy bien el algarrobo. Les fue muy bien a los que bajaron desde Tucumán.
La producción de miel de algarrobo viene bien en el sudoeste de Santiago del Estero, mientras que en el resto de la provincia la floración viene muy despareja.
En el noroeste de la provincia de Córdoba podemos decir que hay dos ambientes:
-El de sierra, es el que ha sufrido los incendios, es una zona que se encuentra muy castigada para la apicultura y está en un proceso de recuperación del monte y va a llevar mucho tiempo. Ha habido pérdidas de colmenas, que se han quemado y los apicultores debieron movilizarse a otras zonas porque el monte se ha quemado.
-En la región más cercana a las Salinas, lo que es el departamento Cruz del Eje y también Ischilín, allí el monte está en su plena temporada de floración, con algunos problemas climáticos como es la sequía y las bajas temperaturas a la mañana y que dificultan la producción de néctar en el algarrobo. Esperamos que llueva y se acomode todo un poco.
Notamos que esta temporada va a ser muy corta. Normalmente se escalona la flor, primero el algarrobo y después la de mistol y este año es como que se está concentrando todo. Ya están florecidos el mistol, la brea, el algarrobo, o sea es como que va a ser una temporada de mucha miel multifloral y aparentemente más corta. Habrá que ver qué pasa con las lluvias.
En lo que hace a la trashumancia, este año han venido menos productores de las zonas pampeanas, en particular por la pandemia del Covid-19, porque hay muchos jefes comunales que no han permitido que se movilice gente de otras provincias.
Las expectativas de cosecha van a depender de las lluvias. En buenos años sacamos un promedio de alrededor de 30 kilogramos, pero este año la cuestión viene complicada por la sequía, o sea que los kg. van a depender de si llueve o no y si llueve pronto, describió Miguel Pelliza, productor de la zona.
Por su parte Federico Chicco relató, “En la zona de Ceres y Balnearia el chañar dio muy, muy lindo y en el norte (Sebastián Elcano) venía atrasada pero cuando floreció el algarrobo arrancaron con todo. A pesar de la sequía, en esta zona de pradera las colmenas vienen bien, pensé que costaría más levantarlas”.
Desde Santa Fe, Raúl Stefanazzi manifestó: “El clima en general, en toda la provincia viene acompañando bastante bien a la apicultura, teniendo en cuenta que se ha instalado ya La Niña en el norte, centro y sur. Un tercio de Santa Fe, de Rosario para abajo, en la línea de la Ruta 33, la cuestión de las lluvias si bien pocas, han sido oportunas. En el resto el agua está condicionando la producción de toda la cadena de valor, incluída la apicultura. Aún así los apicultores están desarrollando muy bien sus colmenas, están ya con mucha tarea de manejo, alertados de la situación de La Niña y dentro de la problemática Covid-19”.
“Por ejemplo dentro de la zona de Ceres y parte del departamento San Cristóbal y Castellanos, cada vez que pasaban a Santiago del Estero, tenían enormes dificultades y por intervenciones de la Cámara de Diputados y Poder Ejecutivo, recién hemos logrado solucionar. Pudieron pasar a atender sus colmenas e incluso trasladarlas hacia Santa Fe. En todos lodos están los apicultores aplicando el protocolo”.
“El desarrollo de las colmenas, el mercado de ventas de reinas y ya en algunas zonas cosecha, hay. Debemos tener en cuenta que estamos en el inicio de la primavera y falta el verano. La Niña viene para quedarse, hay que seguir atento la evolución. Hoy por hoy la apicultura arrancó, Covid-19 mediante, en Santa Fe”, sintetizó Setefanazzi.
Por su parte Ariel Guardia López, encargado apícola de la provincia de Buenos Aires expresó que “desde el punto de vista de la humedad viene muy bien, por lo menos lo que es la región de la Cuenca del Salado. Ha llovido entre 80/100 mm., y ha llovido en toda la provincia. Nosotros estamos recién arrancando la temporada así que, viene bastante bien. También hay que decir que, con temperaturas relativamente bajas por la noche, pero viene con buenas precipitaciones. La floración se está dando y podríamos tener una buena cosecha si nos acompañan las lluvias”.
Comercialización y Precio
Lo poco que queda y nuevo que está entrando se comercializa a buen ritmo y poquito a poco se mantiene la suba en el precio. Todas las semanas son uno o dos pesos más que va subiendo y esto sostiene la expectativa del productor.
Están ofreciendo entre $185 y 192/193 pesos por kilo de miel hasta 50 mm. También hay que acotar que algunos acopiadores ponen como requisito un mínimo de 30 tambores.
Por las mieles de algarrobo se ofrece entre 195 y 200 pesos el kilogramo, hay mucho interés entre los acopiadores por éstas, ya que la intención es comercializarlas como monoflorales y hacerles una diferencia.
Muchas empresas acopiadoras ofrecieron en el mes de marzo la entrega en depósito de la miel y concertaban un pago en dólares (valor oficial). Muchos productores aceptaron la propuesta, ya sea porque no tenían lugar físico donde guardar los tambores como así también porque si hacían las cuentas, el importe era superior a lo que se pagaba en ese momento. Luego la cotización del dólar se estancó, el precio de la miel subió y hoy por hoy no es negocio. Están pagando menos de $ 150.- por ejemplo, en el caso de un acuerdo a 1,90 USD. “Seguramente ya sabían lo que sucedería”, expresaron algunos productores.
Venta fraccionada
En el caso de las mieles del noroeste cordobés, los integrantes de las cooperativas que integran la Mesa Apícola del Noroeste están trabajando en la diferenciación de mieles del monte nativo para ponerlas en valor y en la identificación por origen floral. Las comercializan fraccionada en los corredores turísticos de Córdoba.
Envases
Un tema en el que ya están pensando los apicultores es en el envase donde preservar el fruto de la cosecha. Ante nuestra consulta por el precio de los mismos la repuesta fue en moneda estadounidense. Entre 38,5 y 32/33 USD, dependiendo si se trata de tambores nuevos o reacondicionados.
Fuente: Portal ApÃcola