La venta de campos cayó 70% en el año
Los vendedores no aceptan hacer las operaciones en pesos, salvo que sea para pagar deudas o reinvertir. Para la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, sin el cepo al dólar la actividad repuntarÃa de inmediato.
La actividad inmobiliaria rural culmina el año con un balance negativo. El 2012 fue sin dudas, el más difícil de la última década, evidenciado en la fuerte caída de las operaciones realizadas, aseguró la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR).
El presidente de la entidad, Roberto Frenkel Santillán, aseguró a El Cronista que las operaciones de compra-venta de campos cayeron 70% en 2012 respecto de las realizadas el año pasado, cuando no regía el control sobre la adquisición de dólares.
Según el empresario, muy pocos vendedores de campos acceden a hacer las operaciones en pesos, salvo aquellos que necesitan pagar deudas o van a reinvertir de inmediato. Esto hizo que el volumen de las operaciones fuera bajísimo, según Santillán.
Si bien no dieron datos absolutos de operaciones desde la cámara recientemente creada, indicaron que trabajan en la confección de un inventario de las operaciones del sector, pero fueron contundentes a la hora de hablar de una parálisis inmobiliaria, en un mercado que históricamente cotizó en dólares.
Si bien el congelamiento de operaciones en el mercado rural va en línea con lo ocurrido en todo el sector inmobiliario, el impacto del control de cambios para las socias de CAIR excede al de sus colegas del sector urbano por los montos mas elevados que se manejan y porque el motivo de la compra de campos es puramente inversor, mientras muchas operaciones en las ciudades responden a la necesidad habitacional o económica del comprador o del vendedor, según Santillán.
En paralelo, la Ley de Tierras que, a un año de su promulgación aún no está plenamente operativa, no permite que los extranjeros compren tierras y esto se sumó para provocar el parate en la comercialización de campos.
Sin embargo, Santillán opinó que el problema no es del sector del campo, sino que esto se debe a una normativa del Gobierno por el control de cambios que, si no existiera, permitiría al mercado funcionar normalmente.
Desde CAIR ven con preocupación la actual situación que atraviesa un sector que tuvo un fuerte dinamismo en los últimos años, hasta que entraron en vigencia las restricciones a la compra de divisas a principios de 2011.
La situación, analizan los empresarios, se extiende ya por un período de tiempo excesivamente prolongado. Esta parálisis inmobiliaria no ayuda fundamentalmente al desarrollo del país, ni a ninguno de sus actores, sean estos intermediarios u operadores del sector agropecuario y mucho menos a los inversores concluyó CAIR, en un comunicado.
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