La hidrovía Paraná-Paraguay, una ventaja competitiva
La Argentina cuenta con una de las mayores ventajas competitivas y comparativas del mundo, dentro de sus socios del Mercosur: la Hidrovía Paraná-Paraguay, sistema de transporte fluvial que se extiende desde Puerto Cáceres (Brasil) en el extremo norte, hasta Nueva Palmira (Uruguay) en el extremo sur.
Pero los flujos fluviales y marítimos no entienden de fronteras, y es por ello que podemos decir que la hidrovía se extiende hasta los puertos de Necochea y Bahía Blanca, donde los buques completan carga una vez que cargaron en los puertos del Gran Rosario. Bahía Blanca es el mayor puerto de aguas profundas de Sudamérica. A través de la hidrovía, la Argentina puede abastecerse de soja de Paraguay y de Brasil, este último país productor de origen de soja es el que mayor potencial de crecimiento tiene, ubicado en el centro de los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
Hacia el final de la Hidrovía se encuentra el complejo agroindustrial de procesamiento de soja más grande y más importante del mundo, conocido como Up River ports, que no son otra cosa que los puertos y sus industrias aceiteras localizados río arriba y río abajo del gran Rosario.
La importación de soja temporaria de Mato Grosso del Brasil y de Paraguay sustenta su actual volumen de producción y el futuro crecimiento de la misma, en la sostenida y uniforme demanda por parte de industria aceitera de soja de la Argentina. Gracias a la importación temporaria la argentina puede aumentar su volumen de procesamiento de soja y de esta forma favorece la utilización y aumento de su capacidad instalada, hoy ociosa en un 50%, ayudando además a la baja de los costos operativos que pueden implicar un mayor precio de compra para la soja del productor argentino.
Gracias a la importación de soja de Paraguay, por un volumen de 4,57 millones de toneladas durante este primer semestre, la industria aceitera argentina pudo mantener activas las exportaciones a partir de su industrialización, evitando la caída en el ingreso de divisas.
Lo más destacable de este sistema, es que toda la soja importada de Paraguay y de Brasil se vuelve a reexportar en forma de aceite y harina de soja con mayor valor agregado. Este año se importaron 4,5 millones de toneladas de Paraguay que equivalen a US$ 1900 millones, pero el sector reexportó aceites y harinas resultado del procesamiento de dicha soja con un superávit agroindustrial de US$ 450 millones.
Si la Argentina fuera un país más inteligente, más pragmático, y más enfocado al negocio, debería estar haciendo un convenio con Brasil, darle mayores beneficios a la importación temporaria de dicho origen, y lograr aumentar la importación temporaria de soja a diez millones de toneladas en el lapso de los próximos dos años.
Con este volumen de importación de soja en forma temporaria, estaríamos reexportando y generando un superávit agroindustrial sojero de US$ 920 millones. Finalmente, toda la soja que ingresa por importación temporaria se exporta como aceites y harina de soja y es sujeto del pago de las respectivas retenciones, generando mayores ingresos para el estado nacional.
Fuente: La Nación Campo