El trigo se deteriora y crecen las chances de La Niña
Además de la caída del área, el 60% del cereal sembrado luce condiciones hídricas regulares o malas. Para la campaña gruesa, La Niña tiene una posibilidad de ocurrencia de más del 50%.
La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Nación advirtió en su informe semanal que "aumenta la chance de La Niña para la campaña gruesa argentina".
El organismo difundió el pronóstico de consenso Enos (El Niño - Oscilación del Sur), elaborado por varias entidades de predicción climática de alcance internacional.
l resumen es que se prevé que las condiciones neutrales continúen durante el invierno, pero con una probabilidad del 50 al 55 por ciento de desarrollo de La Niña durante la primavera 2020 y el verano 2020/21.
Campaña complicada
De confirmarse esta proyección, continuaría así un escenario para el ciclo 2020/21 que ya arrancó complicado en la siembra fina, sobre todo en Córdoba donde "los niveles de almacenaje hídrico se clasifican como regulares a escasos, tanto en superficie como en profundidad", dijo la ORA.
De acuerdo con este organismo, el área triguera argentina volvió a recibir precipitaciones entre escasas y nulas durante la última semana, y el panorama no ha empeorado más solo porque se están registrando muy bajas temperaturas que ayudan a disminuir las necesidades hídricas de las plantas.
En su último informe sobre estado y condición de cultivos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires muestra que el 59 por ciento de los lotes sembrados a nivel nacional están con una condición hídrica regular o de sequía, más del doble del 29 por ciento que presentaba este mismo panorama a esta altura del año pasado.
Por esa razón, el 18 por ciento de las plantas muestra un estado entre regular y malo, un 50 por ciento más que el 12 por ciento de un año atrás.
Este contexto negativo también fue reflejado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su informe mensual nacional, en el que redujo su proyección de siembra de trigo en 400 mil hectáreas -la mayor pérdida se dio en Córdoba con 280 mil-, de siete millones a 6,6 millones, y calculó que todavía restan por sembrarse 1,3 millones, de las cuales otras 200 mil podrían quedar en el camino si no llegan lluvias.
En paralelo, calculó que un millón de las que ya están implantadas muestran condiciones de regulares a malas.
"Hay una sequía feroz que limitó la siembra de trigo, cayendo un 30 por ciento respecto del año pasado. En el norte de Santiago del Estero, en buena parte del noroeste argentino, en Córdoba y hasta en el sur de Santa Fe el deterioro de los cuadros implantados va tomando cada vez más importancia con cada semana que pasa", sostuvo la Bolsa rosarina.
En tanto, puntualizó que esta falta de agua derivó en que se fertilice menos con nitrógeno, lo que constituye un factor adicional que atenta contra los potenciales de rinde.
De este modo, de un horizonte productivo que inicialmente se estimaba de 21 a 22 millones de toneladas, se pasó ahora a uno más acotado de entre 18 y 19 millones.
Desde la BCR no son tampoco muy optimistas en torno a las proyecciones que brinda el clima. "Si no se produce en la segunda quincena de julio una inusual entrada de aire tropical, similar a la de mediados de junio, las lluvias no llegarán a las regiones más necesitadas", comentó José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas.
Del mismo modo, el mapa nacional de agua útil en suelo que elaboran de manera semanal el Inta y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) exhibe un escenario crítico, sobre todo para Córdoba.
Fuente: Agrovoz