La ganadería del NEA se enfrentará a un escenario complejo
La falta de lluvias en esta región presenta complicaciones desde la disponibilidad de forraje y la condición corporal ganadera. Ante este panorama, técnicos del INTA brindan pautas para el manejo.
La región del NEA atraviesa un ingreso al invierno complejo por la falta de lluvias. Este escenario afecta la disponibilidad de forraje e impacta en la condición corporal de la ganadería.
Esta situación se ve agravada por la bajante del río Paraná y por este motivo se deben planificar las actividades para enfrentar el invierno. En este sentido, la especialista en agroclimatología del INTA sostuvo: “Se pronosticaban cuatro meses con déficit de agua que efectivamente se notaron en las reservas hídricas del suelo, con las consecuentes mermas en los rendimientos de cultivos de secano y de verdeos de verano”.
Pensando en los próximos meses, López anticipó que se esperan niveles normales por lo que, se prevé una ocurrencia de lluvias dentro de los promedios históricos. Aunque retornarían las precipitaciones, estas no serían suficientes.
Ditmar Kurtz, jefe del grupo Recursos Naturales del INTA Corrientes, explicó: “Aliviarán los caudales mínimos de ríos y arroyos, pero persistirán las aguas bajas en lagunas, tajamares y aguadas que se destinan a la ganadería”. En este sentido, planteó una preocupación por la llegada del invierno.
“Si ocurre un disturbio (en este caso, falta de agua) en otoño, los efectos en la biomasa producida repercutirán en el estado del ganado y los efectos pueden extenderse hasta un año de producido”, sostuvo el profesional. Al mismo tiempo, aclaró que, si la retracción de las aguadas persiste, la calidad del agua puede verse comprometida”.
Por su parte, Diego Bendersky, especialista en producción animal del INTA Mercedes, expresó que las bajas precipitaciones de otoño afectaron el crecimiento del forraje, y generará un impacto negativo sobre su disponibilidad al inicio del invierno. Desde el INTA explicaron que durante el periodo invernal se produce un desbalance nutricional en los rodeos.
Esto se debe al déficit de proteína bruta que limita el consumo de forraje. “Esta situación provoca una pérdida importante de la condición corporal de los animales y compromete la eficiencia reproductiva de los rodeos de cría”, detallaron los profesionales.
Cabe destacar que para la primavera las vacas deben llegar con una condición corporal entre 3 y 4 para obtener un óptimo porcentaje de preñez. “Es importante que la vaca alcance una condición preparto igual o superior a 5, ya que, en el intervalo entre el preparto y el comienzo del servicio, se produce una pérdida de condición corporal de alrededor de 1.5 puntos”, explicó Bendersky.
Para revertir o minimizar la caída de la condición corporal de los rodeos durante el invierno, recomendaron ordenar los rodeos y ajustar la cantidad de cabezas por hectárea. “Para ordenar el rodeo es necesario dividirlo en categorías: vacas adultas preñadas cabeza, cuerpo y cola; vacas vacías; vacas primer servicio preñada; vaquilla de recría; toros y novillitos”, detalló el técnico de INTA Mercedes.
Por su parte la carga animal es otro factor a tener en cuenta porque se debe tener en cuenta el campo. “La categoría de recría de hembras de reposición se puede suplementar en menor superficie o incluso en corral. Y, si es necesario bajar la carga global, se deben vender recría de machos y vacas invernada. Todas estas medidas apuntan a mantener la producción de terneros del sistema”, señaló Bendersky.
Fuente: Agrofy News