Cultivos de cobertura, aumentan en un 40 % la infiltración
La presencia de barbechos largos posibilitan la compactación del suelo y facilitan la erosión eólica, generando condiciones desfavorables para los cultivos. A través de las gramíneas se pueden mejorar estos parámetros.
En el marco del Simposio Online de Cultivos de Coberturas, técnicos del INTA Anguil y General Pico brindaron detalles de la importancia de utilizar estos cultivos. Además, señalaron que mejoran la infiltración de agua entre un 40 % y un 80 %, aumenta la absorción de nutrientes y permiten un buen desarrollo de las raíces.
Alberto Quiroga de INTA Anguil sostuvo que es importante cuidar la salud física del suelo para obtener buenos rendimientos. En este sentido, comentó que los encharcamientos, el encostramiento o los rastrojos contra los alambrados son síntomas de la situación que atraviesa el lote.
Desde el INTA Anguil destacaron que el encharcamiento, principalmente con pocos milímetros caídos, es una primera manifestación del campo. Esta situación significa que el suelo está condicionado por la captación del agua.
Quiroga explicó sobre diferentes ejemplos: “La distribución del agua en la superficie del suelo nos muestra que posiblemente no entraron ni 10 milímetros y sectores del mismo lote donde ingresaron 80 milímetros”. Y agregó que el diferente grado de madurez de las plantas depende de la infiltración del agua producto de la compactación, al igual que los manchones en las malezas.
Otra condición que afecta la salud del suelo es la erosión eólica. En esta caso, la falta de cobertura genera desplazamiento del suelo y es lo que se observa en los alambrados.
En este sentido, Cristian Álvarez de INTA General Pico comentó que uno de los desafíos es mejorar la cobertura superficial. “Colegas trabajan con siembras aéreas antes de la cosecha de cultivos de maíz para anclar los rastrojos y evitar los desplazamientos por la erosión”, sostuvo el técnico.
Por otra parte, la compactación del suelo no solo genera reducción de la captación de agua si no que también complica el desarrollo de las raíces. “El cultivo no puede abordar las densificación y cuando llega a este sector las raíces empiezan a crecer de forma horizontal”, comentó Quiroga.
“Las rotaciones con gramíneas generan una densidad menor de 1,08 g/cm3, mientras que con agricultura común la densidad es mayor a 1,47 g/cm3”, explicó Quiroga en base a pruebas a campo. Además, agregó que esta situación produce complicaciones para el intercambio gaseoso y la condición física condiciona otros manejos tecnológicos como la disponibilidad de nutrientes y la fertilización.
Para contribuir a mejorar la salud del suelo, Álvarez argumentó: “Observamos que la introducción de cultivos de cobertura nos ha permitido mejorar la tasa de infiltración y la velocidad de entrada del agua”. “Los cultivos de cobertura mejoran entre un 40 % y un 80 % este parámetro”, agregó.
El beneficio de los cultivos de servicios no solo se ve en suelos compactados, también en los arenosos. Desde el INTA General Pico señalaron que en estos terrenos es donde hay un mayor beneficio debido a que la arena se compacta y mejora la captación de agua.
“Cuando el cultivo de cobertura no alcanza, estamos estudiando mitigar los efectos con labranza a través de una combinación de con cincel o paratil y en situaciones profundas estamos abordando con subsoladores”, comentó Álvarez.
En este sentido, explicó que las experiencias arrojaron que con cultivos de cobertura se mejoró en un 60 % la infiltración. Mientra que si se combina con labranza se obtiene un mejora del 100 %.
Fuente: Agrofy News